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feb 2009

Ahora el IPC, ¿mañana qué...?

3 de Febrero de 2009. CCOO PV


Parece claro que la crisis en la que actualmente nos encontramos no la han propiciado los trabajadores. Por más que se empeñen algunos, los sindicatos tampoco son culpables. Cuando la bonanza económica era reconocida por todas las partes, los sindicatos negociaron medidas de flexibilidad, y este ejercicio de responsabilidad fue tomado por las patronales como un síntoma de debilidad sindical

Como suele ser habitual, el capital sólo escucha lo que quiere, y las advertencias por parte CCOO, con relación al cambio necesario del modelo productivo, no fueron tomadas en serio. La excusa era perfecta "¿para qué vamos a cambiar algo que nos funciona tan bien y nos da tantos beneficios?". Lo triste es que parte de razón tenían. Esa parte sin conciencia de clase, que sólo cree en el beneficio rápido, y en tiempo corto. Esa razón que no valora el trabajo, que es el mayor capital de cualquier sociedad. Se había construido un gigante con pies de barro. Un gigante de bella estampa, pero hueco de contenido y por lo tanto su final era claro, y tenia que venirse abajo con la misma rapidez con la que se había creado.

Ahora, parece que todos se miran los unos a los otros intentando ver cómo salen de esta situación. Los bancos y empresarios siguen siendo fieles a las teorías del capitalismo mas depredador, por lo que buscan la manera de seguir teniendo los mismos beneficios que hasta ahora. Su penúltima idea ha sido la de no cumplir lo pactado en los convenios, como por ejemplo el de la industria del metal para la provincia de Valencia, intentando presionar, junto a otras patronales, al gobierno central para que modifique el IPC previsto para el año 2009.

Pero aquí, las patronales en general y FEMEVAL (patronal valenciana del metal) en particular se equivocan de una forma que roza lo absurdo. No se puede permitir que ninguna patronal, ni ningún empresario intente estrangular a la parte social, porque el motor de nuestra economía siguen siendo los trabajadores. No podemos ni debemos de consentirles que intenten jugar con nuestros intereses, máxime ahora, cuando la mayor necesidad es la de reactivar, principalmente, el consumo interno. Buscar un crecimiento de los salarios al 2% o por debajo, iría en contra de los intereses de todos. De los empresarios también, aunque la necesidad de mantener su status actual, les tiente a buscar resultados a corto plazo. Aun así, tienen la posibilidad de no aumentar el salario, aplicando la cláusula de inaplicación pactada en el convenio. Aunque resulta dudoso que muchas de las empresas que quieren congelar salarios puedan acreditar la documentación necesaria para poder aplicar dicha cláusula.

Es evidente que son momentos complicados, y que los trabajadores deben estar más atentos que nunca a cualquier maniobra extraña de las direcciones de las empresas. CCOO debe jugar un papel fundamental en estos tiempos. Hoy más que nunca, debemos ser esa herramienta útil y necesaria para los trabajadores, una organización firme en sus convicciones, serena en sus reflexiones y contundente en la aplicación de sus decisiones. No podemos permitir que los intereses políticos y financieros estén por encima de las personas. Debemos insistir en la necesidad del cambio de nuestro modelo productivo, analizando los factores que nos han llevado a la situación actual, para que no se vuelvan a repetir. Hay que abrir una vía de diálogo entre todas las partes, que busque la mejora de la economía en general, y no que consiga el mayor beneficio para una de las partes a costa de olvidar a la otra.

Los adoradores del capital buscaran nuevas estrategias para mantener sus beneficios económicos personales y, de una u otra forma, buscaran la manera de estrangular los derechos de los trabajadores. Ya hay algunos que adeudan nominas, buscando la aceptación sumisa de los expedientes de regulación. Esta estrategia roza lo inmoral, máxime cuando hay algunos que ponen estas firmas encima de la mesa como excusa de sus propias incompetencias.

Pongamos pues todos nuestros recursos en combatir estas actuaciones. Nuestra experiencia en la negociación colectiva ha de ser fundamental. Seamos firmes y enviemos un mensaje claro a la contraparte. "Si queréis negociar para buscar una solución, estamos a vuestra disposición, si lo que queréis es mantener vuestros beneficios a costa de los trabajadores, elegid campo y armas porque nos vais a tener enfrente"



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