27

nov 2009

Parece que nos ha picado el Alakrana, pero tiene cura

27 de Noviembre de 2009. CCOO PV


Ahora que los marineros del Alakrana están en casa, es el momento de hacer las oportunas reflexiones, pero no sobre si el gobierno ha actuado bien o mal, que ya lo hará el mismo gobierno o la oposición. A mí me gustaría reflexionar sobre la actitud cínica que se mantiene desde el primer mundo para seguir teniendo un tercer mundo que expoliar y explotar.

África ha sido y está siendo sangrada por Europa. Primero nos llevamos a la fuerza y sin escrúpulos, la mano de obra para que nos trabajen gratis, pero cuando nos sobra, no dudamos en construir muros para que no entren los pobres. A los ricos les ponemos la alfombra. Y por si fuera poco expolio, les quitamos los recursos y ahora incluso la comida. Vamos con nuestros barcos perfectamente equipados con GPS a llenar las bodegas que antaño llenábamos con esclavos ahora con atunes.

Desde nuestra atalaya europea, nos atrevemos a calificar a un país como "estado fallido" y por eso, no tenemos reparos en ir a sus costas a capturar lo que en las nuestras ya hemos esquilmado. ¿Quiénes son los piratas, los somalíes o los buques de bandera de conveniencia que van por las aguas del tercer mundo protegidos por la armada de los países ricos?

Vamos a analizar algún dato de los muchos que han salido en la prensa para poder entender quienes son los piratas. A los pescadores africanos o indonesios que embarcamos se les paga una media de 170 euros mensuales. Al personal de la empresa de seguridad privada, ligada a la ultraderecha española, se les paga 400 euros al día. Según datos publicados, la empresa armadora del Alakrana facturó el año pasado 30 millones de euros, con unos beneficios de 5'8 millones. Los armadores son conscientes del riesgo, pero son mucho más conscientes del negocio que hay en esos caladeros: unos 180 millones de euros al año, por lo que vale la pena arriesgar la vida de unos pescadores.

Con las cifras de negocio que se manejan, y siendo conscientes de cómo explotamos a los pescadores africanos o indonesios que embarcamos, ¿quiénes son los piratas? Los Gobiernos en lugar de acordar la cuota de captura con los países pobres -muchas veces aprovechándose de sus gobiernos corruptos, o fallidos como les gusta llamarlos- no se plantean regenerar el sector pesquero; acabar con la pesca que esquilma los mares. Así nos va, con armadores que no tienen problema en pagar al gobierno de turno una "mordida" o un rescate, mientras le dejen coger su trozo del pastel.

Mientras los ciudadanos pensamos en nuestros pobres pescadores, nos venden que los piratas son los somalíes, a los que tratan como a los presos de Guantánamo, enfundados en monos blancos para que pierdan la capacidad sensorial. ¿Y el negocio? ¿Y los armadores? Como en la crisis que vivimos, parece que quieran que los culpables de la misma sean los que salgan beneficiados, en este caso pagando todos la seguridad de su negocio.

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