27

abr 2011

El misterio insondable de las enfermedades profesionales

27 de Abril de 2011. Javier Perez Ferre

Javier Pérez Ferre. Secretario de Salud Laboral CCOO L'Alacantí- Les Marines


El tema de las enfermedades profesionales en España podría aparecer perfectamente en algún programa de misterio, de desapariciones sin resolver o incluso en aquel mítico de Lobatón. Diversos estudios epidemiológicos concluyen que cada año en España se producen 16.000 muertes por enfermedades profesionales. Sin embargo, para las estadísticas oficiales vivimos en algo parecido a una "Arcadia feliz": según esos datos el número de muertes por enfermedades de origen laboral es cero. Sanidad reconoce 12.000 muertos anuales por cáncer de origen profesional, pero, sobretodo, la falta de registro y, en ocasiones, el desconocimiento de sus causas hacen que la prevención y reducción de este tipo de morbilidad sea complicado.

Hay que tener en cuenta que los accidentes no suponen más del 10% de los problemas relacionados con la salud en el trabajo. No obstante, por ejemplo, en Alicante se han registrado 408 partes de enfermedad profesional (223 con baja y 185 sin baja). Si comparamos este dato con el total de accidentes de trabajo contabilizados en la provincia en el mismo periodo, 15.219, vemos que existe un desajuste totalmente desproporcionado entre el registro de accidentes y enfermedades profesionales.

Cuando en 2006 se aprobó el nuevo sistema de declaración de enfermedades profesionales, más de uno respiró aliviado al pasar esta facultad de los empresarios a las mutuas. Nada más lejos de la realidad, teniendo en cuenta que la gestión y el pago derivado del reconocimiento de las enfermedades profesionales pasaban a estas entidades, verdaderas especialistas en el ahorro a la hora de pagar a los trabajadores y genuinas "lavadoras" de responsabilidades de los empresarios. Convertidas en censoras de las prestaciones públicas, las mutuas se resisten de forma numantina al reconocimiento de las enfermedades profesionales. Si así lo hicieran y generara una incapacidad, amén de desembolsar la prestación a la que tendría derecho el trabajador enfermo, la empresa sería objeto de una investigación por parte de la Inspección de Trabajo. En estos tiempos de crisis, las mutuas están derivando el coste de los daños por enfermedad profesional al sistema público de salud, haciendo desaparecer de esta manera la existencia de estas afecciones. No hay que olvidar que las enfermedades profesionales causan diez veces más muertes que los accidentes de trabajo y que en nuestro país el 80% de las mismas no se registra, mientras la prensa informa de forma insistente sobre el coste del absentismo laboral.

Ante este triste panorama hay que exigir a las Administraciones sanitarias y laborales que tomen cartas en el asunto para evitar este fraude y tanta corruptela. CCOO, al contrario que otras organizaciones mal llamadas sindicatos totalmente condescendientes con las empresas, va a poner todo su empeño en el reconocimiento, registro y reparación del daño generado a los enfermos. Mientras que la protección laboral no se convierta en prioridad empresarial, año tras año conmemoraremos el Día Internacional de la Salud Laboral, para evitar las corruptelas de quienes creen que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales pertenece al mundo onírico.

Últimas entradas