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may 2014

Sin empleo de calidad no hay recuperación

5 de Mayo de 2014. Paco Molina Balaguer

Por Paco Molina Balaguer, secretario general CCOO PV


El Primero de Mayo el movimiento sindical conmemora el Día Internacional del Trabajo con una jornada de lucha y solidaridad, expresión de que la "cuestión social? es decisiva en el avance hacia una sociedad más justa e igualitaria. La crisis, pero sobre todo las formas de hacerle frente, se están llevando por delante muchos años de progreso social, en nuestro país y en todo el continente, amenazando la cohesión y la democracia.

Durante el periodo de crecimiento, las rentas del trabajo disminuyeron su peso, cediendo terreno a los excedentes empresariales, a la vez que los programas públicos reducían su carácter redistributivo. Siguiendo el principio neoliberal del "Estado mínimo?, aquel modelo social, que ya era injusto en sus efectos, sentó las bases del modelo actual.

Es cierto que todas las crisis redefinen las relaciones sociales. Por eso mismo, todas ellas sirven para cuestionar los modelos económicos y sociales: los que se han impulsado, cuyos efectos vemos y sufrimos; pero también los que es necesario construir.

En nuestro país, la tasa de pobreza y riesgo de exclusión según datos de Eurostat se acerca al 29%, superando las del conjunto de Europa, y, en menores de 16 años, asciende al 32,8%. Cada vez es más extensa, intensa y crónica, por efecto del paro, la precariedad y la pérdida de derechos colectivos propiciada por la reforma laboral y las políticas de ajuste.

La incidencia de esta pobreza inédita depende de factores como la temporalidad, la baja cualificación, la intensidad laboral en el hogar y la presencia de menores en él. Es preciso reconstruir la economía poniéndola al servicio de las necesidades de las personas y de las futuras generaciones.

Es dolorosamente cierto que la desigualdad crece en nuestro país a un ritmo superior en cinco veces al de la media europea. Esta fractura es un escándalo de peligrosas consecuencias y denunciar en este día es un deber democrático. Como lo es el afirmar que el repliegue o la anulación intencionada de los mecanismos redistributivos del Estado de bienestar refuerzan un modelo concreto de sociedad. Uno sustentado en el recorte del gasto social, la insuficiencia de coberturas y prestaciones y la devaluación de los servicios públicos, justo cuando son más necesarios.

CCOO defiende que hay alternativas a las políticas de austeridad, que ofrezcan garantías básicas: rentas mínimas (SMI, pensiones...) y refuerzo de las redes de protección (sanidad, educación, dependencia...), facilitando la integración frente a los riesgos de fractura.

Las políticas nunca son neutras ni son inevitables, aunque se presenten como las únicas posibles. Las actuales están ensanchando la brecha social y provocando un distanciamiento creciente entre los objetivos enunciados, las políticas practicadas y los medios comprometidos. Todos los indicadores sociales exigen un cambio radical de orientación que el movimiento sindical, junto a los movimientos ciudadanos, estamos dispuestos a impulsar.

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