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may 2015

28 de Mayo. ¿Por qué un Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer?

28 de Mayo de 2015. CCOO PV

El día 28 de Mayo se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. Se trata de una conmemoración mucho más conocida en países donde todavía son muchas las mujeres que mueren cada año por causas relacionadas con la maternidad.


El día 28 de Mayo se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. Se trata de una conmemoración mucho más conocida en países donde todavía son muchas las mujeres que mueren cada año por causas relacionadas con la maternidad. Sin embargo, dado el contexto de recortes en nuestro sistema sanitario y sobretodo el alarmante crecimiento de la desigualdad en el país y en Europa (la más alta en 30 años), desde la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO) se considera que bien vale la pena aprovechar este día para hacer algunas reflexiones y reivindicaciones

Según el concepto de salud de la OMS, el cual compartimos plenamente, la salud es el estado completo de bienestar físico y social, que va mucho más allá de la simple ausencia de enfermedad, en el que las condiciones de vida y de trabajo tienen un elevado e incuestionable peso en la salud de las personas. Partiendo de este concepto, el día de hoy tiene que ser un día que sirva para hacer visibles las desigualdades de género que existen en la salud, pues si bien es cierto que las mujeres tenemos una esperanza de vida un poco más larga, también lo es que sufrimos más enfermedades y que tenemos peor salud que los hombres.

Históricamente y hasta no hace tanto, en las facultades de Medicina se estudiaban los cuerpos de los hombres, y sólo el de las mujeres en el caso de los órganos reproductores. Asimismo, ha costado mucho que en el mundo de la investigación de enfermedades y medicamentos también se tuviera en cuenta el cuerpo de la mujer, cuya diferencia con el del hombre es mucho más compleja que la simple diferencia de órganos sexuales. Un ejemplo paradigmático es la diferencia de sintomatología del infarto de miocardio en mujeres y hombres, cuya ignorancia produjo durante mucho tiempo muchas muertes de mujeres mal diagnosticadas que se hubieran podido evitar.

Afortunadamente, todo lo dicho ha mejorado mucho en los últimos tiempos, aunque aún nos queda un largo recorrido de mejora. 

No solamente se ha ignorado científicamente durante siglos la diferente biología de las mujeres, sino que se sigue ignorando en la práctica de la Medicina, la diferente realidad social de las mujeres, esas diferentes condiciones de trabajo y de vida que tanto tienen que ver con la salud.

Hoy en día, más que nunca, cuando la crisis económica ha ensanchado todas las brechas de desigualdad en nuestra sociedad, dejando cada vez a más personas en la cuneta, y cuando nuestro sistema sanitario público está sufriendo un deterioro y un cambio progresivo para saciar intereses privados por encima de los intereses públicos, se hace importante reivindicar que la salud es un derecho humano, y que tiene que estar libre de cualquier discriminación, sea por sexo, por origen, por clase social o cualquier otro.

También es hoy un buen día para denunciar la sobreutilización de medicamentos por encima de la promoción de la prevención tanto fuera como dentro del centro de trabajo, la educación, y las condiciones y hábitos de vida saludables. Las mujeres sufrimos con especial acerbo esa medicalización excesiva, convirtiéndose en enfermedades etapas naturales en la vida de una mujer como la menopausia o el parto. Son claro ejemplo de todo ello el índice de cesáreas en España que, según el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, está en un 21, 88%, muy por encima del 15% recomendado por la OMS; o los tratamientos con hormonas de la menopausia, que después de años de lucha porque se estudiaran sus efectos secundarios se han reconocido, quedando estos tratamientos relegados hoy en día a un uso exclusivamente terapéutico (con el reconocimiento de la Agencia Española del Medicamento); o la administración a las niñas de la vacuna del Papiloma, una vacuna que no está lo suficientemente estudiada, al no haber transcurrido el tiempo material necesario marcado por el proceso natural de la enfermedad que pretende prevenir el cáncer de cérvix, y que no previene totalmente, aportando una falsa sensación de seguridad.

Las mujeres somos las principales consumidoras de ansiolíticos y antidepresivos. El dolor emocional que causa la pobreza, el desamparo de tantas familias monoparentales, la violencia de género, la discriminación en el trabajo...y un largo etcétera afecta muy negativamente a la salud de las mujeres; y no debería de taponarse con pastillas, sino que debería combatirse con políticas adecuadas que ayuden a disipar tanta desigualdad, a potenciar el Estado del bienestar social, y a reforzar y mejorar nuestro sistema sanitario.

Una vez más, en la FSS-CCOO no desaprovechamos ocasión para reivindicar la igualdad de derechos y oportunidades de todas las personas que forman parte de nuestra sociedad, ni para defender un sistema público de salud de cualidad, universal y libre de discriminación.

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