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may 2019

¿Qué ha pasado en Europa?

27 de Mayo de 2019. Manel Nieto

Ciertamente es una pregunta que formulo cuando me dispongo a redactar el artículo para esta Tribuna de CCOO, concretamente 72 horas antes de su publicación. Por lo que hoy lunes, ya podemos ver y analizar los resultados electorales fruto de lo que en el día de ayer se expresó en las urnas, la voluntad popular. Y sinceramente, me gustaría que corriésemos la misma suerte que cuando me aventuraba a pronosticar los resultados electorales del pasado 28 de Abril. En esa ocasión al igual que hoy, les he de reconocer, que no tenía bola de cristal.


Les estaba trasladando un deseo, el deseo de que fuesen las fuerzas de izquierdas y de progreso quienes ganasen las elecciones a la Generalitat Valenciana y al Gobierno de España. Donde la aritmética jugase a favor de conformar gobiernos estables y posibilitasen políticas que atendiesen las necesidades de las personas, un futuro optimista para quienes hemos sido los paganos de la crisis y sufrido las políticas austericidas. También hoy me gustaría ver como se cumple nuevamente ese deseo.

Porque para las trabajadoras y trabajadores europeos no es lo mismo quién gobierne nuestras instituciones. Y es por ello que también en esta ocasión desde CCOO hemos animado a votar masivamente, a movilizar el voto del trabajo, de la decencia, de la igualdad real y efectiva, de la solidaridad, de la democracia, de la justicia social, del medio ambiente y, movilizar el voto de los derechos y las libertades de la clase trabajadora. Justamente ahora cuando el euroescepticismo, los ultranacionalismos, la reivindicación de la soberanía nacional mal entendida, el racismo, la xenofobia, el machismo, los límites a la movilidad de personas van ganando espacios de forma peligrosa o el Brexit, es cuando se hace más necesario activar el voto, el de la gente humilde, trabajadora.

Como hemos podido comprobar, la cuestión de Europa ya no es algo que se pueda percibir como algo lejano, que no nos afecta. Las elecciones europeas y la composición del Parlamento Europeo que resulta de las mismas son siempre relevantes para la ciudadanía, pero en esta ocasión debido a la crítica situación que atraviesa este gran proyecto cobran mayor importancia. En los últimos años se han ido dando pasos que no ha hecho más que alejarse de los pilares que fundamentaron la creación de un proyecto común de construcción europea basado en la solidaridad y el progreso económico y social.

Si realmente se ha votado a las fuerzas de izquierdas y de progreso, a las que verdaderamente creen en una Europa social, de las gentes y de los pueblos podremos estar esperanzadas en conseguir ese contrato social que garantice una sociedad más justa e igualitaria, que ofrezca oportunidades para todos y todas. Que reduzca las crecientes desigualdades y que integre una dimensión de género. Elementos clave como el Pilar Europeo de Derechos Sociales, el Protocolo de Progreso Social en el Tratado de la UE, o avanzar de manera notable en el Semestre Europeo, hará que fortalezcamos esa Europa Social. Tendrán que trabajar por defender y reforzar la democracia y los principios democráticos, los derechos humanos sin que tenga cabida la explotación, así como fomentar la participación democrática y exigir transparencia a las instituciones, agencias y lobbies que actúan en la UE. La solidaridad, la igualdad y la lucha contra las discriminaciones y las desigualdades.

Una apuesta firme por la paz y que sea ésta la que presida la política exterior y de seguridad. Implementar políticas para la cooperación y el desarrollo. De acuerdo con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas nº 8, se debe promover el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos y todas; por lo que junto a mejores salarios puede lograrse una mejor distribución de la riqueza para lograr justicia social y hacer frente a la creciente desigualdad, atendiendo a las especificidades necesarias para garantizar la igualdad de género y diversidad sexual. Deberán conjurarse contra la austeridad que genera desigualdad, pobreza y exclusión entre las personas que no han generado la crisis. Se debe imponer una Europa de los derechos de ciudadanía y de los servicios públicos, una Europa para las personas y no sólo de los mercados. Y por supuesto, la UE debe ser el referente de la protección del medio ambiente, la sostenibilidad y de la transición justa. Así será como se acabará con la desafección hacia el proyecto común europeo.

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