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ene 2010

La crisis y la xenofobia

20 de Enero de 2010. CCOO PV


Uno de los indicadores que, con frecuencia, se ha venido empleando para destacar el pasado periodo de crecimiento económico en España ha sido la importante llegada de inmigrantes a nuestras ciudades. Han sido y son quienes han realizado buena parte de las faenas que los españoles iban abandonando para acceder a empleos mejor remunerados. Más de un engominado presidente ha sacado pecho con las cifras de una inmigración que permitía hacernos creer en el desarrollo patrio. Han sido un factor de desarrollo imprescindible en estos años de, para algunos, vacas gordas.

También ha sido, y es, la inmigración una medida de la precariedad laboral sobre la que se ha cimentado el presunto crecimiento y desarrollo español de años atrás. Unas condiciones laborales abusivas, salarios miserables, siniestralidad, economía sumergida, despido gratuito y otros recursos empresariales que han fulminado derechos sindicales y sociales, que han exterminado una mínima capacidad de respuesta de este colectivo. Una situación apoyada por la ley de extranjería que exige a las personas inmigrantes cinco años de esclavitud y empleo informal para autorizar su residencia en España.

No le demos más vueltas, esto es xenofobia y es racismo. El último ejemplo ha sido el proyecto del Ayuntamiento de Vic de no empadronar a los vecinos de esa localidad de origen extranjero que no tengan sus papeles españoles en regla. Hace falta ser miserable para tratar de emplear el padrón para recortar derechos. Para hacerse una idea de la magnitud de la estupidez de esos regidores vale esta comparación: imagínense que se les caduca el DNI y, a consecuencia de ello, sus hijos (y usted) se quedan sin asistencia médica, sin colegio, sin servicios públicos esenciales. ¿No les parece absurdo?. Lo mires como lo mires es una decisión arbitraria y xenófoba y, por tanto, inconstitucional, anticonstitucional. Y es así, especialmente, por la influencia que en ese ayuntamiento está adquiriendo la franquicia catalana de Fuerza Nueva: Plataforma por Cataluña.

Es mezquino, miserable, ruin... pero, sobre todo, es ilegal. El alcalde de Vic va a pedir un segundo informe jurídico sobre el asunto. Que no se preocupe, ya se lo digo yo: no empadronar a los inmigrantes es ilegal. Además de una bellaquería. Este alcalde ha visto el crecimiento del voto racista de una fuerza política, que, por cierto, debería estar tan ilegalizada como Batasuna, y teme que le arrebaten el puesto, por lo que ha decidido jugar a lo que, a su parecer le da buenos réditos a los fachas locales: la xenofobia. Pues bien, si en Vic ha detectado que aumenta el racismo, señor alcalde, no sea gañán, dedique esfuerzo y dinero a campañas informativas no sesgadas sobre la inmigración. Combata el racismo con información. El problema no es que usted pierda las elecciones, es que aumente el racismo.

Es preocupante que medidas como éstas, acciones arbitrarias que vulneran los Derechos Humanos, se estén volviendo, casi, cotidianas. Oímos comentarios como que la solución al desempleo es que se vayan los inmigrantes; a ver, sabios del mundo: el desempleo en España es anterior a la inmigración. Además, si jugamos a echar a los inmigrantes, deberíamos asumir a los emigrantes y ¿saben qué hay más?, pues habría más desempleo.

Lo que hay debajo de estas situaciones es que la crisis, su pésima gestión por los poderes públicos nacionales, autonómicos y locales, se está convirtiendo en un motor de la xenofobia. Casi se acusa de la crisis a los inmigrantes... esos mismos que nos ayudaron al desarrollo de los últimos años ahora son el problema. Absurdo.

Los problemas por los que linchamos a los inmigrantes nacen en la codicia de unos cuantos empresarios sin escrúpulos, en la incompetencia cómplice de algunos políticos, en la generalización de la economía sumergida y de la precarización laboral y sindical de las condiciones de trabajo, en gobiernos que priorizan la recuperación de la especulación financiera a la protección del empleo y del desempleo. Los inmigrantes son, incluso, más víctimas de esa situación y, encima, les hacemos cargar con la culpa.

En Alicante sabemos lo que es la inmigración. Somos, prácticamente, la tercera provincia por inmigración. Ciertamente, hay muchas personas extranjeras en esta provincia, casi una de cada cuatro personas es extranjera, sin embargo, el 61% de esa cantidad es de la Unión Europea, sobre todo de Reino Unido y, a mucha distancia, de Alemania. Y, sin embargo, nos quejamos, sólo, de los que han venido aquí de países más pobres que el nuestro, de personas que cuidan a nuestros mayores, hacen el pan que nos comemos y recogen la fruta que compramos, de personas desesperadas que encuentran en el espejismo español algo de luz para un futuro, el de sus familias, que algunas macroempresas les han robado en sus países. Tal vez, sólo tal vez, las personas inmigrantes han descubierto algo que las gentes de esta ciudad hemos olvidado: que Alicante es "la millor terreta del mon".

La salida de la crisis, el futuro desarrollo de Alicante y de España, será colectivo y sin discriminaciones ni injusticia o será una salida en falso que sólo beneficiará a los de siempre.

Publicado en Información de Alicante

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