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sep 2010

¡Cuidado, los piquetes ya están aquí !

21 de Septiembre de 2010. Vicente Alcaraz Mira

Vicente Alcaraz Mira Secretario FSC Alicante


El otro día, en una asamblea, me comentaron que el encargado les preguntó si iban a hacer huelga el día 29 de septiembre: "sólo como información, para poder preparar la empresa, sin otras intenciones". Yo añadiría, sin otras intenciones confesables. Salvo para los ciegos que no quieren ver, o los sordos a los que no les gusta lo que escuchan, en una sociedad con más de cuatro millones de desempleados, con una reforma laboral en ciernes que permite al empresario despedir a un coste de 12 días, no 45 ni 33, sólo 12 días de indemnización a cargo de la empresa, quien puede pretender que si el jefe te pregunta si vas ha hacer huelga, le digamos que sí.

Cuando desde la patronal o los gobiernos se habla de respetar el derecho al trabajo, no entiendo muy bien porque siempre eligen el día del derecho a la huelga, reconocido todavía en la constitución, con la de días sin huelga que hay en los que no se respeta ese derecho. Cada día te despiden sin motivo, cada día se obliga a trabajar más jornada de la que te pagan, donde cada día, "para salvar la empresa" nos quitan un poco más, pero no, siempre tienen que salir a defender el derecho al trabajo cuando hay una huelga convocada.

No quiero ser políticamente correcto, no quiero que me reconozcan mi capacidad de entender la gravedad de la situación, simplemente quiero decir lo que pienso en voz alta, si me dejan. En una huelga, la violencia solo la puede aplicar el estado o el empresario, el estado al impedir mediante los servicios mínimos que una gran cantidad de trabajadoras y trabajadores puedan ejercer el derecho constitucional a la huelga. El estado, al que se le hace la huelga no puede ser quien dictamine lo que es esencial y en que cantidad. Por ejemplo, la salud es esencial, pero las urgencias, no todo. El transporte es esencial, pero no con más del 60%. El empresario, por su parte, ejerce de piquete violento cuando amenaza con despedir, no por trabajar mal, sino por pensar, y además lo cumple. Estas acciones del Gobierno que no defiende el derecho de huelga y de los empresarios que amenazan a los que quieran secundar la misma, son violentas, mucho más que ponerse delante de la puerta de una empresa para abuchear al que quiera entrar.

Pero seguro que el día 28 y 29 se hablará de los piquetes violentos de los sindicatos, que están tratando de impedir el derecho al trabajo. Seguro que será verdad, ya que por desgracia, la democracia no ha entrado ni en los cuarteles ni en las empresas, y a veces dudaría que hubiera entrado en alguna institución, y ante la falta de democracia es normal que la clase trabajadora nos defendamos como únicamente podemos.

Por cierto, la huelga no sale gratis. A cada trabajador nos descuentan el día, la parte proporcional de vacaciones y la paga extra, además de no pagar las cotizaciones correspondientes, por lo tanto el empresario simplemente deja de ganar las plusvalías que no hemos producido, aunque seguramente las trate de recuperar otros días. Cuando hablan de perdida de millones en una jornada de huelga son los millones que cada día ganan con nuestro esfuerzo.

Por eso el empresariado y los políticos que defienden a los que nos han metido en esta situación, ejercen violencia para defender su posición dominante y su sistema hoy día cuestionado sólo por unos pocos. Por eso, algunos empresarios reclamaban huelga, pero cuando se han dado cuenta que es también en su empresa, ya no quieren. El Gobierno ha optado por quitar a los que puede, ya sean parados, jubilados, funcionarios y los que van quedando en activo, antes que tocar por miedo a los que tienen el dinero, blanco y negro, las casas, los campos, los barcos, y la ostentación. Nos dicen que no es el momento.

Las trabajadoras y trabajadores que hemos leído y escuchado lo que puede suponer la reforma, sabemos que no es una reforma Light, entendemos sin problema que hay motivos para la huelga, aunque veamos programas basura o solo nos manifestemos por el fútbol. Otra cuestión es que el miedo, el mirar lo que va a hacer el de al lado, la apatía fruto de la desmovilización, pueda llevar a no preocuparse por el futuro más allá del día en que estamos, y por tanto la huelga no esté entre sus prioridades.

También es posible que algunos trabajadores no quieran hacer huelga para que no venga la derecha, pero deben entender que la huelga es justamente para que se vayan las políticas de derechas, las haga quien las haga, y más si quien las hace, encima pretende hacernos un favor.

El día 29 habrá piquetes de los sindicatos, pero no olvidemos que antes, todos los días, la patronal ya se encarga de ejercer a su modo, de piquete y muy violento, cuando paga por debajo de convenio o cuando deja en la calle, sin motivo, a una persona. Cuidado, que los piquetes ya están aquí, decir siempre que vamos a trabajar y el día 29 a la huelga, es un derecho que también nos quieren quitar.

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