21

mar 2011

8 de Marzo, con las mujeres tunecinas.

21 de Marzo de 2011. Consuelo Navarro Sanchez

Por Consuelo Navarro Sánchez, secretaria general CCOO L?Alacantí- Les Marines


Una vez pasado el Día Internacional de la Mujer somos conscientes de que seguimos asistiendo a una sociedad configurada desde el patriarcado en la que se produce una diferente socialización de varones y mujeres. Junto a una especialización genérica (entendiendo ésta como todas las diferentes cualidades, aptitudes y comportamientos esperados de cada género) donde se distribuyen de modo excluyente hombres y mujeres, se produce la jerarquización, que basa la existencia de relaciones de poder entre las personas (yo más que tú) y su legitimación. Las relaciones de poder se establecen en función de la expropiación, el monopolio, el enjuiciamiento, el premio y el castigo, la culpa y el perdón. Esto explica las relaciones que establece el sistema patriarcal y que afectan a hombres y mujeres, al tiempo que ayuda a analizar el fenómeno de la inmigración desde el contexto de la globalización. 

Con motivo de la conmemoración del 8 de Marzo, asistí a unas jornadas sobre mujeres mediterráneas, organizadas por Casa Mediterráneo, donde pude conocer a Awatef Ketiti y Zëineb Toumi, jóvenes tunecinas, sabias, poderosas, dinámicas y con una energía y motivación muy contagiosas. Nos contaron cómo estaba siendo la participación de las mujeres en los diferentes procesos revolucionarios en Túnez. Cómo tras intervenir en todas las fases, manifestaciones, revueltas, asambleas y reuniones, ahora estaban también reivindicando la visibilización y participación en igualdad de condiciones en la construcción de un estado democrático. Todas sabemos que sin igualdad asistimos a una democracia amputada, una democracia más representativa para unos que para otras. Por eso, desde aquí, desde Alicante, como mujer sindicalista y de CCOO quiero "soridarizarme" ( sí, "soridad", de hermana) con las mujeres árabes, mujeres trabajadoras, profesionales, directivas, estudiantes, mujeres del ámbito rural, de todos los países que hoy por hoy han entrado en un camino doloroso para la conquista de una sociedad donde los derechos humanos sean lo que vislumbre la vida política y social,  no la corrupción, el nepotismo y la tortura como forma de controlar y dirigir la vida de países como Túnez, Egipto o Libia.

Si la lucha feminista se ha caracterizado por visualizar la desigualdad en la que vivimos hombres y mujeres, por denunciar las discriminaciones que abocan a las mujeres a vivir sujetas a un destino impuesto y por plantear un mundo donde la igualdad es el inicio de la justicia social. Si decir feminista significa reconocer lo diferente como algo válido, enriquecedor, posible, al que se le reconoce una identidad, tenemos que decir que hoy las feministas de este mundo occidental debemos un lugar en nuestra discusión a las mujeres de otros países. Restaurar la memoria histórica colectiva para tomar conciencia de la situación actual de nuestra sociedad. Para mirar con verdadera solidaridad y "soridad", para ayudar y apoyar, nunca para imponer o aconsejar.

Últimas entradas