25

oct 2011

La lenta agonía de los servicios sociales

25 de Octubre de 2011. Juan Carlos Nuñez Acebes

Por Juan Carlos Núñez. Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO PV


Es bien sabido que la prestación de servicios sociales se lleva a cabo desde las diferentes administraciones públicas, pero buena parte de ella se desarrolla desde la iniciativa privada, fundamentalmente desde las llamadas entidades sin ánimo de lucro. Estas garantizan, por una parte, la prestación de servicios esenciales en prevención y asistenciales y, por otra, cumplen el requisito de no enriquecerse a costa del servicio social que prestan.

Buena parte de ellas están integradas por pequeños grupos de trabajadores que han unido sus fuerzas con asociaciones de familiares o afectados por diferentes patologías o situaciones sociales, con el fin de prestar un servicio necesario y en la mayoría de los casos comprometido.

Estas organizaciones han mantenido siempre el ánimo para hacer frente a las adversidades de los impagos de las administraciones públicas y han pagado a base de créditos bancarios, que iban devolviendo. Pero poco a poco y año tras año, los intereses iban generando una bola creciente que ha obligado a las entidades a cerrar o a buscar fórmulas traumáticas para sobrevivir, paralizando el salario durante meses a sus trabajadores, deshaciéndose de parte de la plantilla o echando horas para seguir prestando un servicio social necesario y reconocido.

Esto era así antes de que llegara la crisis. Cuando sus tentáculos han hecho aparición, los créditos han dejado de estar a la vista, al igual que ha pasado en todos los sectores. Las pequeñas entidades han sido las primeras en sufrir la asfixia.

Las administraciones tienen algo que decir en esta crisis puesto que el retraso en los pagos  hace inviable el funcionamiento de estas pequeñas entidades. Cuando finalmente terminen con ellas nos encontraremos con personas que no reciben la atención debida, con redes de solidaridad desaparecidas y, sobre todo, con menos empleo y más trabajadores en desempleo.

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Estamos hablando de números que nada tienen que ver con las grandes cifras de eventos políticos, deportivos o de festejos. Estamos hablando de personas atendidas y trabajadores. Estamos hablando de pagar con los mismos criterios que pagamos los ciudadanos nuestros impuestos. De la pluma de los consellers de Hacienda, Justicia y Bienestar Social y Sanidad depende la "pena de muerte" que atenaza a buena parte de las entidades sin ánimo de lucro que prestan servicios sociales.

El pasado día 11 salieron a la calle trabajadores y empresarios de atención a la dependencia. Hoy queremos recordar que programas de atención a personas excluidas, de lucha contra el sida, de atención a las drogodependencias, de atención a las adicciones, de atención a mayores, mujeres, discapacitados, menores e inmigrantes, de cooperación al desarrollo, de lucha contra la pobreza, el racismo y la xenofobia, entre muchos otros, se encuentran en la misma situación. Por ello solicitan el pago de la deuda o directamente el permiso para usar ?la inyección letal? y acabar con esta lenta agonía en el corredor de una muerte anunciada.

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