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ene 2012

Los recortes económicos son recortes de derechos

26 de Enero de 2012. Maria Candelas Sanchiz

Por Maria Candelas Sanchiz, secretaría Igualdad y Formación UI L?Alacantí- Les Marines CCOO


Lo que los diferentes gobiernos denominan medidas para "rebajar el déficit" y "sacarnos de la crisis", en realidad son imposiciones que atentan a nuestros derechos y debilitan cada vez más a la clase trabajadora, cebándose en los colectivos más vulnerables.

Dichas imposiciones afectan de diferente manera según el poder adquisitivo, la edad y, por supuesto, según el sexo. La discriminación por razón de género persiste. Asistimos a una constante disminución de contratación femenina, que además conforma el grueso de la contratación temporal y a tiempo parcial. La paralización de la negociación colectiva agrava la brecha salarial entre mujeres y hombres -que ya supera el 20%- en todas las categorías profesionales y niveles educativos.

En la provincia de Alicante, el 63% del aumento del desempleo en 2011 ha recaído en las mujeres, que actualmente ascienden a un total de 108.037 registradas como demandantes activas de empleo. En un contexto donde el nivel de desempleo es cada vez más brutal, se siguen imponiendo recortes que debilitan cada vez más los derechos de todas las mujeres, empleadas o desempleadas, trabajadoras de empresas privadas o de la administración pública.

Se recortan las políticas de igualdad, se recortan los servicios públicos y las eternas responsables de las tareas del cuidado, doblan su trabajo y disponibilidad forzada, para encargarse de responsabilidades que competen a la administración pública.

El mal desarrollo de la Ley de la Dependencia en la Comunidad Valenciana sigue cargando  a las mujeres con el cuidado absoluto de las personas dependientes. No tener en cuenta el impacto de género que tienen las "políticas" que se están imponiendo es un olvido interesado.

La congelación del Salario Mínimo afecta directamente a las trabajadoras del hogar, la reforma del IRPF ahogará de forma brutal a las mujeres, como trabajadoras de menores niveles de ingresos. Revisar únicamente las pensiones mínimas, deja fuera a gran parte de mujeres que cobran pensión de viudedad. Mientras, como titulares a su vez de pensiones mínimas, la revisión y actualización que se ejercerá no será suficiente para que ellas puedan hacer frente a las subidas de los diferentes productos y servicios cotidianos.

Las medidas impuestas no sólo afectarán nuestro bolsillo y a nuestra forma de vida, pretendiendo que dediquemos nuestros esfuerzos exclusivamente a sobrevivir para sostener los ritmos y despilfarros de los que más tienen. También afecta a nuestra salud, tanto en el centro de trabajo como en el hogar, donde el estrés, el aumento de trabajo físico y psicológico van haciendo mella.

Así, nos queda alzar la voz para decir no a tan injustas presiones, para exigir el desarrollo de políticas que fortalezcan el estado de bienestar y el crecimiento del empleo digno, que consigan la igualdad entre todas las personas. El jueves 26 de enero, saldremos otra vez a la calle a decirle al gobierno que basta de recortes en los servicios públicos, a exigir medidas justas y eficaces. Toda la ciudadanía está llamada, porque a todos y todas nos afecta.

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