30

abr 2012

La intervención sindical favorece un trabajo digno y seguro

30 de Abril de 2012. CCOO PV

Publicado en Levante EMV


Que las desigualdades sociales dañan profundamente la salud de las personas es un hecho incuestionable que avala la Organización Mundial de la Salud. En muchas ocasiones, el deterioro de la salud tiene origen en unas condiciones laborales marcadas por la precarización, la discriminación y la vulneración de la legislación por parte de los empleadores.

El Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo es una jornada reivindicativa para recordar a quienes han perdido su salud y su vida como consecuencia de las condiciones en las que desempeñan su actividad profesional. Este año, el 28 de abril intensifica su carácter de denuncia y de lucha, para poner fin a las causas estructurales que han permitido que 52 personas perdiesen la vida en accidentes mortales en la Comunidad Valenciana durante el pasado 2011, sin contar las pérdidas ocasionadas por enfermedades profesionales no reconocidas.

Actualmente estamos inmersos en un proceso de empeoramiento progresivo de las condiciones de vida y trabajo, como consecuencia de la crisis económica, que se agrava todavía más con los recortes y reformas emprendidas por el Gobierno del Parido Popular. La reforma laboral abarata y facilita el despido, impulsa la desregulación de las condiciones de trabajo, el salario, la jornada y su distribución y las categorías laborales para acabar con los derechos laborales, al dejar en manos de los empresarios la capacidad y competencia exclusiva de modificar los convenios  acordados.

La siniestralidad laboral registrada actualmente marca una tendencia decreciente, que no es el resultado de políticas activas de las administraciones, o de la responsabilidad empresarial. Las causas son la enorme caída de actividad productiva en un país con más de cinco millones de parados y un claro subregistro de los accidentes leves.

Al relacionar el número de accidentes con la población ocupada llama la atención el análisis de la siniestralidad mortal sectorializada. Se constata un aumento de los índices de incidencia y, por tanto, que cada vez es más peligroso trabajar en la industria, la construcción o los servicios. Por todo ello, la reducción de inversión empresarial en recursos preventivos dedicados a la seguridad y salud de sus trabajadores es especialmente preocupante.

A los factores de precarización existentes, hay que añadir el miedo a la pérdida del empleo generador del  fenómeno conocido como presentismo, que obliga a trabajadores enfermos a mantener su presencia  y actividad en las empresas. No sólo se pierde el derecho a recuperar la salud, también se generan nuevas patologías de origen psicosocial que, al ocultar su notificación y registro, obstaculizarán la prevención de sus riesgos y la compensación adecuada de los daños ocasionados. 

Desde CCOO, consideramos que es imprescindible corregir los efectos perversos de la reforma laboral e impulsar los cambios sociales y económicos necesarios para revertir esta situación. Porque hay alternativas y todavía es posible hacerlo desde un enfoque más responsable, justo y solidario que garantice la protección social.

Ahora es el momento de implicar a trabajadores y trabajadoras en una respuesta y movilización que ponga freno a las arbitrariedades del Gobierno, es el momento de fortalecer la intervención sindical en las empresas y dar apoyo a las propuestas sindicales, porque con los sindicatos fuertes y representativos favorecemos un trabajo digno y seguro.

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