25

jun 2015

La mala salud del personal sanitario del Hospital La Fe

25 de Junio de 2015. Sección sindical de FSS CCOO- La Fe de Valencia

Artículo suscrito por la sección sindical de FSS CCOO- La Fe de Valencia


La salud de la ciudadanía es el bien más preciado que una sociedad puede tener. Buena prueba de ello es la constante reivindicación ciudadana de una sanidad pública y de calidad. El modelo valenciano de sanidad ha puesto en cuestión estos valores con privatizaciones y desinversión. Sorprendentemente la primera víctima ha sido el personal sanitario.
 
En primer lugar, la descapitalización ha sido humana. Las plantillas se mantienen por debajo del umbral mínimo de personal. Los gestores de personal se enorgullecen, y son premiados, cuando produciéndose una baja se retrasa su reposición durante dos semanas o cuando sin conocimiento se impone al personal de enfermería realizar trabajos adicionales no remunerados de soporte a la investigación. En la práctica esto supone, urgencias saturadas, un personal agotado y atenazado por el estrés, y multiplica los accidentes con riesgo vital como pinchazos o contagios.
 
Pero, estos hechos son la punta del iceberg. ¿Se sorprendería el lector del hecho de que en nuestro hospital de referencia la prevención de riesgos laborales brille por su ausencia o que nuestras profesionales embarazadas realicen turnos nocturnos de 12 horas con riesgo para su salud y la del feto? Si recuerda el caso Ébola, no se sorprenderá. El Hospital de referencia fue incapaz de disponer de instalaciones adecuadas y de un protocolo de intervención. Solo la valiente denuncia pública del personal de enfermería cambió las cosas. El único hecho reseñable desde entonces ha sido el cobro por ciertos cuadros directivos de guardias localizadas, cobrar por estar en casa.
 
Ahora se constata que la Fe lleva años desoyendo los mandatos de la Inspección de Trabajo y poniendo en peligro la salud y la vida de los trabajadores del Hospital. Nuestros enfermeros y enfermeras para garantizar que su trasplante funcione preparan y administran un día tras otro inmunosupresores, -medicamentos biopeligrosos-, sin ninguna protección. Para salvar su vida, puede que haya un sanitario que se ha ido envenenando poco a poco, y que tal vez con el tiempo muera de cáncer, como indica el estudio de la Asociación Americana de Enfermeria.
 
¿Y que ha hecho la Fe al respecto, aparte de invertir centenares de miles de euros en una sala blanca infrautilizada? La respuesta es sencilla: nada. Sus gestores, con una actitud sencillamente incalificable miran hacia otro lado, ignoran el problema, literalmente pasan de ello. Es un planteamiento indigno del otrora "buque insignia" y de quienes lo gobiernan. Juegan con vidas, con las vidas de los que cada día salvan las de muchos valencianos. Puede que la justicia con el tiempo reconozca estos hechos y castigue. Mientras, caiga sobre la inhumanidad de los responsables vergüenza y oprobio.

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