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sep 2015

La voz de las personas trabajadoras

22 de Septiembre de 2015. CCOO PV

Del 29 de septiembre al 2 de octubre se celebra en París el 13º Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos, donde se debatirán los documentos propuestos por la Comisión Ejecutiva y el Secretariado, enriquecidos con las aportaciones de las confederaciones afiliadas a la CES, entre estas, CCOO.


El movimiento sindical tiene la oportunidad de situar el foco en sus propuestas e iniciativas, muchas veces silenciadas en los medios de comunicación. 

El Congreso tendrá una jornada en la que los delegados que representan a todos los trabajadores y trabajadoras de Europa podrán debatir y contrastar ideas sobre qué movimiento sindical europeo queremos  y cuál debe ser el papel de la CES.

Este Congreso supone un desafío para los sindicatos y para las personas trabajadoras en un contexto de hartazgo de la ciudadanía ante unas políticas de austeridad y de pensamiento económico monocorde que sólo han dejado desigualdad, pobreza y desapego hacia la Europa del euro y de los mercados.

¿Dónde ha quedado la construcción de la Europa Social solidaria y sostenible?
En el Congreso de la CES en Atenas ya se anticipó un intento serio de ruptura del Pacto Social sobre el que se edificaron los Estados del bienestar europeos al finalizar la Segunda Guerra Mundial y la propia Unión Europea. En estos años entre congresos hemos visto que la iniciativa iba tomando forma y está claro que no hemos avanzado en la construcción de una Europa más social, más bien al contrario.

CCOO propone, y sigue haciéndolo en el ámbito de la CES, la necesidad de impulsar un contrato social europeo, y es en el Congreso donde será necesario participar para avanzar en esta propuesta y en otras ya desarrolladas en este mandato pero que necesitan ser revitalizadas, como el Plan de Inversiones de la CES , que van en la misma dirección.

El debate sobre el papel de la CES será tan importante que nos obliga a llevar las mochilas cargadas de propuestas y de coraje para defenderlas, como una posición Europea en defensa del derecho de huelga. Europa es asimétrica y no todos los sindicatos la ven igual. La CES somos nosotros, los sindicatos, las trabajadoras y trabajadores a los que representamos, más de 60 millones, y esto nos obliga a un compromiso  y a una delegación del centro de decisiones.

La CES debe ser la voz de la clase trabajadora en Europa y llevar esta voz a todos los rincones donde se disputan las relaciones de las personas y el trabajo. Propuesta y acción-movilización  deben ser los motores que nos impulsen.

Algunos se preguntan para qué sirve la CES, y si los propios trabajadores y trabajadoras conocen su labor. La respuesta debe ser nítida. La CES sirve para defender sus derechos en Europa y colaborar con otros ámbitos sindicales globales. Europa no puede ser una isla y la realidad nos demuestra cada día la necesidad de que el movimiento sindical trabaje unido. La CES debe ser más cercana, cierto, pero en esta tarea las confederaciones  sindicales nacionales tienen una responsabilidad y deben jugar su papel difundiendo y dando visibilidad al trabajo y propuestas que desarrolla la CES.

Institucionalidad y acciones de lobby  son importantes; aún más que la Confederación Europea de Sindicatos sea proactiva y sitúe sus propuestas en las Cumbres, en el Semestre Europeo y en todos aquellos ámbitos donde el mundo del trabajo esté presente, pero también será más importante que nunca la movilización de los trabajadores para hacer visibles sus propuestas y reivindicaciones.

El lema del Congreso reúne algunas de las principales demandas de los trabajadores: empleos de calidad, derechos de los trabajadores y una sociedad más justa. No es una época fácil, es necesario que el movimiento sindical, aún con matices (Europa es asimétrica), trabaje para reducir las desigualdades y dar esperanza a una ciudadanía cansada de las políticas de austeridad. Es necesario insistir en el papel de la negociación colectiva y la acción sindical para avanzar en la construcción de esta Europa en la que queremos vivir.

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