31

ago 2016

Horas extra no pagadas

31 de Agosto de 2016. Manel Nieto, secretario general CCOO Comarques del Nord

Desde el Gabinete Económico Confederal de CCOO se ha visto la necesidad de estudiar la afectación de una de las formas de explotación laboral que se dan en nuestro país: las horas extraordinarias. Nada nuevo por otro lado, pero que en una situación como la que estamos viviendo de desempleo masivo, trabajo precario, desregulación de las condiciones, trasvase de rentas del trabajo a las del capital, vaciado del fondo de reserva de la Seguridad Social, etc… ¡Nos debería preocupar y mucho!


Les puedo asegurar que a CCOO nos preocupa y ocupa, por diversas cuestiones que a ustedes les pueden parecer de sentido común, el escaso valor al factor trabajo y, por ende, el nulo reconocimiento que en términos marxistas tendrían que ver la percepción de la plusvalía que percibe la empresa como consecuencia de la fuerza del trabajo. Aquí podríamos hablar de otro término marxista y que desde mi punto de vista, en las relaciones laborales actuales impuestas por el rodillo del PP (vía reforma laboral) está de rabiosa actualidad y así lo vemos todos los días en los centros de trabajo y en las sedes de CCOO, esto es, el “ejército de reserva”.

Personas que soportan largos periodos de desempleo, de no ser sujetos de percepción ni cobertura social y, por tanto, ansiosas y ansiosos de encontrar un trabajo (a veces incluso a cualquier precio) y que un número ingente de empresarios sin escrúpulos utilizan esta realidad para depreciar y desregular las condiciones de sus plantillas, vía salarios, vía seguridad y salud, vía respeto al medio ambiente y su impacto o condiciones sociales que se venían disfrutando.

El análisis del compañero Luís Zarapuz (Gabinete Económico Confederal de CCOO) parte de una nueva interpretación de las horas extra, especialmente su desglose entre horas pagadas y no pagadas que ofrece el Instituto Nacional de Estadística. Horas extraordinarias no pagadas son aquellas que no han recibido ningún tipo de compensación económica ni compensación horaria por su realización. Y es aquí dónde perdemos todas y todos. En la situación descrita anteriormente es intolerable la realización de las horas extra, porque impide la incorporación de trabajadoras y trabajadores al mercado laboral, jugando (desde todo punto de vista) un papel frustrante de tapón social. Pero las horas extraordinarias no pagadas tienen mayor afectación en negativo, claro está, y es que además de ejercer de tapón en la incorporación de 156.000 personas a un trabajo efectivo, quienes las realizan trabajan gratis. Así perdemos todos y todas porque la Seguridad Social tiene menos ingresos.

En el estudio Luis Zarapuz explica que “la evolución de las horas extra no pagadas muestra un aumento de la explotación laboral durante la crisis, que se ha consolidado en el inicio de la recuperación económica”. A su juicio, “una parte de la mejora de la productividad por trabajador y de la devaluación salarial del factor trabajo se explica por esta evolución de las horas extras no pagadas”.

“El perfil de las horas extra no pagadas que se realizan en España no se ajusta a los rasgos habitualmente asociados a la precariedad laboral, contratos temporales y a jornada parcial, sino como un rasgo de clara explotación laboral”, explica Zarapuz en su informe. “Y tiene características muy marcadas: principalmente hombres, asalariados privados del sector servicios, con contrato indefinido, jornada a tiempo completo y que desempeñan una ocupación laboral de técnico o directivo”. Un perfil mayoritario que “no corresponde al tradicionalmente asociado a la precariedad laboral”.

Esto y para que puedan ver lo impactante de las cifras, sería que en 2015 dejaron de ingresarse en las arcas de la Seguridad Social 3.500 millones de euros y los trabajadores y trabajadoras en los últimos cinco años, solamente en este concepto, dejaron de percibir más de 12.000 millones de euros.

¡Empresas del siglo XXI, abandonen estas prácticas!

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