20

jul 2018

La FVMP aún está a tiempo de enmendar

20 de Julio de 2018. Julio Conesa

A un año de las nuevas elecciones municipales podemos decir que en materia de concertación social, de relaciones con los sindicatos, de regulación y acuerdos que beneficien y mejoren el clima laboral con el personal de las entidades locales el resultado es cero.


En mayo de 2015 tras las elecciones municipales se produjo un cambio importante en la composición de la FVMP, la dirección de la misma pasaba a manos del PSPV-PSOE y Compromís. A un año de las nuevas elecciones municipales podemos decir que en materia de concertación social, de relaciones con los sindicatos, de regulación y acuerdos que beneficien y mejoren el clima laboral con el personal de las entidades locales el resultado es cero.

La nueva FVMP no ha sido capaz de avanzar prácticamente en ninguna de las cuestiones pendientes de desarrollo del IIº Acuerdo-Marco firmado con el anterior equipo. Bueno, a excepción de un tímido avance en cuanto a los Planes de Igualdad en las administraciones locales, nada de nada.

Ni siquiera han funcionado con regularidad las reuniones de Mesa de Negociación, siempre convocadas a fuerza de protestar por su retraso.

Las propuestas en materia de jornada de trabajo y cómputo de horas de referencia para la administración local, han supuesto un «recorte» respecto de anteriores acuerdos en los que se proponía a las entidades locales un sistema de cálculo unificado para toda la función pública valenciana.

Las propuestas sindicales en materia de ofertas de empleo público, o clausulas sociales para la contratación, jamás llegaron a firmarse con los secretarios generales de los sindicatos, ni hemos visto plasmación concreta alguna.

Las propuestas en materia de Reglamento de referencia sobre carrera profesional para el personal de las entidades locales, que ya presentamos con el anterior equipo de la FVMP y que debimos volver a plantear con el actual, duerme el sueño de los justos.

Sinceramente. La actual FVMP da la sensación de que nos ha retrotraído a finales de los años noventa en los que nos teníamos que pelear ser escuchados y llegar a acuerdos. Es una lástima que no hayamos podido dar pasos de gigante como se esperaba, pues coincidíamos con una mayoría política «supuestamente» municipalista dispuesta a cambiar las cosas poniendo el acento en el diálogo, cooperación y complicidad con la parte social. No ha sido así por ahora y lo lamento.

Desgraciadamente, parece que no se ha entendido el papel de la concertación en el ámbito de las administraciones locales valencianas. No se ha sabido estar por encima de la realidad compleja, atomizada y plural del mundo local, para ver que nuestra función era la de allanar el camino al acuerdo y la concordia en los cientos de mesas de negociación existentes mediante acuerdos de referencia a nivel de Comunidad.

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