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sep 2018

Sin gasto real en I+D+i no hay futuro

19 de Septiembre de 2018. Javier Delgado

La sección sindical de CCOO en el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) ha analizado los Presupuestos Generales del Estado de 2018 centrándose en todo lo relativo a investigación, desarrollo e innovación. Del estudio se concluye que han experimentado un crecimiento neto del 8,33%. Y, aunque se ha de reconocer que es una buena noticia, el gasto real sigue un 32% por debajo de los Presupuestos del 2009.


Si se miran los porcentajes de gasto real, capítulos 1 al 7, de los que se nutre el sistema público de I+D, baja del 0,40% del PIB de 2009 al 0,23% en 2018. Hay que retroceder hasta el año 1984 para encontrar números similares. A ello, hay que añadir que la inversión española en ciencia e innovación supone menos del 1,2% del PIB, la mitad de la media europea.

Otro dato real, que refleja el estudio de CCOO en el CSIC, es que los Organismos Públicos de Investigación (OPI) mantienen sus presupuestos congelados, con una reducción de más del 20% respecto a 2010. Pero el mayor problema de los OPI es la pérdida de personal, con una reducción de más de 2.000 empleos fijos desde 2010, casi 1.700 funcionarios solo en el CSIC. Esto sin contar la reducción de contratados temporales al finalizar sus contratos. La recuperación de las Ofertas de Empleo Público (OEP) compensa la destrucción de empleo por jubilaciones por primera vez desde el año 2010.

La retahíla de datos, tanto en el sector público como en el privado, que confirman esta situación alarmante es muy larga, pero no vamos a insistir en ella.

Lo que parece evidente es que queda un largo camino por recorrer, no solo para poder mejorar la realidad actual, sino para retornar a la situación presupuestaria de hace una década. Solo la tenacidad de la comunidad investigadora ha permitido la falsa apariencia de que la intensidad en la investigación se mantenía. Pero la realidad era otra.

Los recortes de estos años pasados han puesto de manifiesto consecuencias trágicas para nuestro sistema de investigación. Más que nunca, parece necesario un pacto de estado por la ciencia, desligado de los ciclos políticos, que permita tanto incrementar la financiación de la investigación, como mejorar la propia estabilidad laboral de las personas que dedican todo su esfuerzo a la investigación. Un pacto que nos equipare, en un futuro lo más cercano posible, al resto de países de nuestro entorno.

Resulta imprescindible una política en I+D+i que dote de estabilidad a este sector esencial y que haya un compromiso común para favorecer el desarrollo de la ciencia en nuestro país. El objetivo final no ha de ser solo recuperar a una generación de personas investigadoras que han tenido que abandonar nuestro país, lo cual ya sería importante de por sí, sino conseguir un sistema lo suficientemente robusto que aleje cualquier tentación de vuelta atrás o de abandono en este campo.

Para CCOO es fundamental que en los PGE de 2019 se recuperen, al menos, los niveles de gasto real en I+D+i de 2009, una inyección de recursos humanos que permita recuperar parte del talento desperdiciado en estos años, y la reducción drástica de la burocracia que ahoga el sistema e impide gastar los escasos recursos conseguidos con mucho esfuerzo.

Este cambio de Gobierno, con la creación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, abre la esperanza a un cambio real, pero serán los presupuestos del próximo año los que determinen si esta transformación es auténtica y sirve para la recuperación del sistema científico español o queda, como en otras ocasiones, al albur de otras prioridades.

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