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sep 2019

Turismo y empleo: Un futuro mejor para todos

27 de Septiembre de 2019. Patricia Carrillo

Resulta innegable el importante papel del turismo en nuestra cultura y nuestra vida cotidiana. Un sector que su desarrollo no ha hecho más que crecer en las últimas décadas hasta ser pilar fundamental de la economía y del desarrollo de las ciudades tal y como las conocemos.


El número de personas que deciden o a las que se empuja a encontrar su salida laboral como personas autónomas se incrementa año a año en el sector. El peso en el PIB y en el empleo condiciona discursos y políticas. Sin embargo, respecto al trabajo mucho hay que analizar.

A pesar de la inversión pública en centros de formación especializados en turismo destacando la red de Centros de Desarrollo Turístico (CdTs), se sigue manteniendo el mantra de que es un sector con baja especialización. Y lo que realmente resulta de baja especialización son las condiciones laborales y el condicionante en la calidad de vida.

Según la tasa AROPE que cuantifica el porcentaje de personas en alto riesgo de pobreza en los territorios, la provincia de Alicante se sitúa en porcentajes inaguantables, casi 4 puntos más que la media autonómica ya de por sí baja, para un desarrollo equitativo de una sociedad en la que impere la justicia social. Es más, 4 de las 5 comarcas con el índice más elevado coinciden con el peso mayoritario en sus economías del sector turístico. En la época de mayor crecimiento del sector a pesar de la crisis económica de la última década, se ha desperdiciado la oportunidad de redistribuir la riqueza generada por el turismo en las sociedades que de él viven.

Es nicho de trabajo atípico caracterizado en gran medida por la precariedad laboral en términos de duración de los contratos de trabajo, en índices de tiempo parcial no deseado. Es uno de los estandartes del impacto de las reformas laborales de 2012, tanto en el fomento de externalizaciones de servicios compitiendo a la baja en costes, véase camareras de pisos, como de explorar convenios colectivos de empresa que han devaluado los salarios. Es uno de los sectores más feminizados, y con mayor brecha salarial de género.

Por ello, en la integración de las pautas de la OIT en el diálogo social tripartito en el que los gobiernos fortalezcan los procedimientos y las instituciones del trabajo, así como la negociación colectiva respecto al sector turístico encontraremos el mecanismo de reparto de la riqueza generada, de incremento de competitividad y de herramienta para evitar conflictos. Porque solo un trabajo decente y una retribución equitativa es la que garantiza una sociedad cohesionada y con mayor posibilidad de desarrollo. En el ámbito valenciano, retomar la mesa sectorial de hostelería en la que se realizaron trabajos de campo en materia de prevención de riesgos y condiciones de trabajo resulta necesario.

En el día de hoy se hablará de los mercados extranjeros emisores y de los problemas de algunas mercantiles con enorme impacto en la cadena de valor, se hablará de los retos de la digitalización y de las tecnologías adaptadas al sector, se premiará diferentes iniciativas con mayor o menor acierto y se saludarán muchos datos, porque los datos macro serán positivos, pero la cara B del turismo pervive y resulta necesario actuar ya tanto en el empleo y las condiciones de vida de las personas que en el sector trabajan como de las reivindicaciones sobre emergencia climática que hoy la ciudadanía en su conjunto visibilizan. Porque el único turismo sostenible ha de priorizar la dimensión social y medioambiental. De lo contrario, las consecuencias a corto plazo en nuestra provincia serán irreparables. En nuestra mano está.

 

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