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dic 2019

Policías profesionales 100%

13 de Diciembre de 2019. Julio Conesa Martí

Nos hemos convertido en la comunidad, de las cuatro que tienen interinos, con mayor número de policías en precario, 1.207. Lo verdaderamente cierto es la realidad objetiva: policías interinos haciendo de funciones de seguridad ciudadana que prohíbe la ley. Desarmados, solos y en ocasiones vigilando urbanizaciones de noche, haciendo lo indecible, cumpliendo en ocasiones instrucciones de trabajo impensables, y ello por no arriesgar su puesto de trabajo, y todo ello en un marco de inseguridad jurídica de la que serían, también, responsables personalmente.


El pasado día 9 de diciembre la enmienda que pretendía modificar la Ley 17/17 de Policía Local para reintroducir la figura de la interinidad (temporalidad, precariedad) en los Cuerpos de Policía Local no prosperó.

Unidas Podemos optó finalmente por mantener la coherencia con el espíritu que impulsó la elaboración de la ley en 2017 de profesionalización total de la seguridad pública local. Y con ello, se apartó de la decisión adoptada por PSOE y Compromís. Sus socios de gobierno. Primó el compromiso y la coherencia con aquello acordado en su momento y que contó con el más amplio consenso posible (sólo votaron en contra los 12 parlamentarios de Ciudadanos).

La realidad es tozuda. En 1999, la Ley de policía introdujo la interinidad con el objeto de regularla (como ahora se pretende). Resultado: Nos hemos convertido en la comunidad, de las cuatro que tienen interinos, con mayor número de policías en precario, 1.207. Y en la que al mismo tiempo se han destruido más del 20% del empleo fijo existente. Esto ha sido lo que ha pasado.

Lo verdaderamente cierto es la realidad objetiva: policías interinos haciendo de funciones de seguridad ciudadana que prohíbe la ley. Desarmados, solos y en ocasiones vigilando urbanizaciones de noche, haciendo lo indecible, cumpliendo en ocasiones instrucciones de trabajo impensables, y ello por no arriesgar su puesto de trabajo, y todo ello en un marco de inseguridad jurídica de la que serían, también, responsables personalmente.

Y esto solo es una muestra. Detrás hay un entramado de intereses que es lo que no quiere perder el "lobby" que lleva presionando desde que se aprobó la Ley y que justifican de manera falsa en una Sentencia del Constitucional que en nada efecta a la ley valenciana, porque así se lo corroboran los informes de la Abogacía de la Generalitat: Qe no hay obligación de modificar la Ley.

Y ahora, con el Botànic II, cuando se debería haber entrado en una dinámica de desarrollo de la Ley, esa presión consigue reformar la misma para introducir de nuevo la precariedad con la escusa de la falta de personal y las necesidades puntuales en verano y ello antes que diera tiempo a poner en marcha las previsiones legales de "coordinación supramunicipal", "acuerdos interadministrativos" "servicios mancomunados", etc. Un conjunto de medidas previstas en la Ley que no se las creen aquellos que deberían implementarlas porque, sencillamente, es un proyecto de futuro que no quieren.

La decisión valiente de Unidas Podemos al votar en contra de la "enmienda" les honra por cuanto significa de apuesta por la estabilidad en el empleo, pero además porque son consciente y así se ha demostrado que pese a los vaivenes de estos dos años, la realidad es que la ley ha forzado el mayor número de oposiciones (mas de 750 plazas) en décadas. Y que sólo el anuncio de esta enmienda y la posibilidad de disponer de interinos de nuevo ha paralizado muchos procesos.

En nuestra condición policial y ciudadana, exigimos profesionales 100%.

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