1

may 2009

1 de Mayo: Ante la crisis, empleo, inversión, protección social

1 de Mayo de 2009. CCOO PV


Con este lema resume el movimiento sindical sus reivindicaciones este 1 de Mayo, día de la clase trabajadora.

Esta crisis que inicialmente ha afectado al capitalismo de los países industrializados y al núcleo duro de su forma más dominante, las finanzas, es una crisis general y profunda, con elevada capacidad de contagio, y cuyos efectos van a continuar manifestándose en los próximos años.

Es una obviedad decir que de las crisis sólo se puede salir con ajustes, porque alguien ha de pagar su factura, y con reformas, para establecer las cautelas que eviten y corrijan lo que no debe volver a pasar. Por esto es importante analizar adecuadamente sus componentes, sabiendo que las trabajadores y los trabajadores ya la estamos sufriendo.

Esta crisis es una crisis de la economía real, además de una crisis financiera, y que en nuestra economía valenciana tiene sus elementos propios. Crisis de la economía real, derivada no sólo del traslado a las actividades productivas de los desequilibrios, opacidades, contaminaciones y codicias que conllevan las grandes opciones de la financiarización y su orientación al "beneficio para el accionista". Todo esto se ha dado. Pero también la insuficiente e inadaptada regulación de las finanzas y el riesgo imprudente, que ha involucrado a nuestras instituciones, llevadas por las alegrías del "todos salimos ganando".

Sería peligroso entender que a esto nos ha llevado un "enemigo exterior". No. Por eso, las consecuencias económicas, laborales y sociales de la crisis son más graves entre nosotros. Particularmente nosotros hemos utilizado apalancamientos financieros y el endeudamiento ecológico, que sigue la misma lógica de gastar lo que no se tiene, en operaciones de riesgo que "alguien tendrá que pagar". Cuando esto se dice, la factura siempre se la presentan a los mismos.

Las trabajadoras y trabajadores hemos sido los paganos en el crecimiento y lo estamos siendo en la recesión. La injusta distribución salarial y social del largo periodo alcista rompió el equilibrio necesario entre capital y trabajo (no hay más que constatar la pérdida de peso de los salarios en la distribución de la renta), y ha laminado el contrato ciudadano, basado en contributividad y servicios, entre esfuerzo fiscal y derechos reconocidos eficazmente. Hablar de "responsabilidad social" en este contexto, o en el anterior, es un sarcasmo.

Si las retribuciones salariales de las trabajadoras y de los trabajadores valencianos se alejaban de las medias estatales, y la calidad de coberturas y prestaciones públicas han estado expuestas a todo tipo de "iniciativas sociales" y experimentos privatizadores, ahora con la crisis sus efectos negativos son más graves e injustos, porque nos privan de coberturas sólidas y servicios necesarios.

Inyectar liquidez puede ser importante para la reactivación, pero la auténtica respuesta a la crisis se ha de dar no sólo en el terreno financiero, sino en el de las relaciones fundamentales de la economía: en la distribución, en la renta, en la negociación colectiva que reconoce la representación sindical, en la inversión pública y en la concertación social. Debe comprometer a las instituciones valencianas, que tienen la mayor capacidad de gestión y de gobierno en las cuestiones decisivas, como recoge nuestro vigente Estatut d'Autonomia, y que han estimulado cambios de orientación en la actividad de los sectores productivos, e intervenido activamente en los principales instrumentos financieros.

Las ayudas incondicionadas refuerzan los malos comportamientos y socializan los daños. Nos alejan del "estado social" e inutilizan los mecanismos de un modelo social europeo que debería estar mucho más asentado, como contrapunto necesario de las supuestas "libertades" económicas. Es algo profundamente injusto y falto de legitimación moral.

Lo que hace falta es inversión social e inversión pública, en infraestructuras, en servicios sociales necesarios como educación, sanidad, medio ambiente, etc., porque en todo ello arrastramos déficits alarmantes, y porque urge corregir las tendencias que han producido el colapso. No sólo el económico.

La "gobernanza" ha de servir para cualquier momento y significa democratización profunda de las decisiones. Por esto es un mal augurio que las propuestas europeas no sean claras y coordinadas, que no se produzca un acuerdo interconfederal de negociación colectiva, que la concertación autonómica se estanque, y que en muchos sectores se pongan en cuestión y discutan acuerdos firmes.

En cualquier caso, nosotros trabajaremos en la defensa de nuestros derechos, lucharemos por estos objetivos que nos convocan hoy. Lo haremos en nuestro ámbito, en la reivindicación común del movimiento sindical europeo a mediados de mayo en las euromanifestaciones programadas, en cada empresa y ante cada convenio.

Nos sobran razones y ganas.

Por el empleo, la inversión y la protección social.

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