27

ago 2009

Monólogo social

27 de Agosto de 2009. CCOO PV


Todavía están calientes las sillas del fallido diálogo social y la patronal ya está tratando de explotar la ventaja que ha obtenido rompiendo el proceso de diálogo y consenso. La ausencia de un gran acuerdo nacional para la negociación colectiva es una antigua aspiración de la patronal: sin ese marco legal, sin ese escalón entre la ley y los convenios colectivos, la negociación de éstos pierde buena parte de sus garantías democráticas. Hay, al menos, mil quinientos convenios colectivos esperando negociarse que, ahora, están en manos del chantaje y la arbitrariedad patronal.
Efectivamente, habrá un "otoño caliente", sobre todo porque llevamos un invierno, una primavera y un verano tórridos.

Por si alguien tiene alguna duda, el diálogo social lo ha roto la patronal al presentar un documento para el debate en el que se sustituyeron los temas que se venían trabajando desde hacía tres meses por los que, como la reforma laboral, se había pactado no tratar debido, sobre todo al panorama de más de un millón de trabajadores perdiendo el empleo y cientos de miles de trabajadores quedándose sin cobertura social alguna. La patronal se traiciona a sí misma y, de paso, a gobierno y sindicatos. La avaricia único argumento patronal.

Para explicar mejor la situación, no voy a entrar en cuestiones referidas a las buenas relaciones que el presidente de la patronal mantiene con alguna fundación ligada al PP a la que dona importantes cantidades de dinero; ni a las ventajosas condiciones con las que consiguió Aerolíneas Argentinas en tiempos de Aznar; ni sus problemas con la justicia a causa del misterioso destino de parte del dinero público que recibió para arreglar las cuentas de esa empresa, el Juzgado 35 de Madrid hablará cuando toque. Tampoco entraré en esa actitud de la derechona histérica que está deseando la máxima conflictividad laboral para minar al actual gobierno.

Lo que sí quisiera es aclarar de qué se está hablando. Al parecer, lo que los representantes de la patronal parecen no entender es que el Trabajo, la actividad de la que ellos obtienen sus beneficios, es un Derecho Humano. No entienden que sin él, es imposible la actividad económica productiva. No entienden que la productividad ligada a la especulación y a la precariedad es la que ha desenmascarado a este sistema capitalista en crisis que no es alternativa a sí mismo.
Tampoco entienden que los beneficios de las empresas no les pertenecen en su totalidad. Que las cotizaciones a la Seguridad Social no van en detrimento de su riqueza personal sino que son trasferencias de las plusvalías de los trabajadores... Algunos empresarios aspiran al beneficio a corto plazo, son codiciosos y no les importa que el origen de sus beneficios sean subvenciones públicas y recortes de derechos laborales. El modelo de mercado defendido por esta patronal es competir a base de precariedad laboral. Mientras explotar a los trabajadores sea rentable, mal vamos.

Esta patronal parece no asumir que el periodo de máximo desarrollo del empleo ha ido ligado a un crecimiento salarial ligeramente superior al IPC.
Rebajar las cotizaciones sociales, recortar los salarios o abaratar el despido improcedente (el otro ya es gratis), propuestas estrellas de la patronal, son un suicidio social, son condenar a la Seguridad Social a la quiebra (lo que supone, entre otras cosas, dejar de pagar las pensiones), es reducir la capacidad adquisitiva de las personas, esto es, reducir más el consumo y, sobre todo, es generalizar la arbitrariedad y la desprotección del empleo. Y es que Díaz Ferrán y sus cómplices consideran que las cotizaciones y los salarios los paga el empresario de su bolsillo, consideran que todo el beneficio empresarial es patrimonio personal... y eso no sólo es un error, es que está en el origen de la lógica absurda del capitalismo en crisis. Ahí encajaría lo que decía Balzac: "detrás de cada gran fortuna hay un delito".

El Presidente de la gran patronal hace una defensa de la reforma laboral como si él fuera un caballero de brillante armadura en defensa de los trabajadores... tal vez debería predicar con el ejemplo y no embolsarse millones de euros en un año y, a continuación, dejar de pagar durante meses los salarios a los trabajadores de Air Comet, una de las empresas de su grupo Marsans.
Díaz Ferrán no representa al verdadero tejido empresarial español ni está en condiciones de acometer la necesaria reforma empresarial. Su equipo no está por iniciar una transición a un modelo productivo sostenible basado en lógicas más democráticas y ligadas a los Derechos Humanos. Esta Patronal sirve a un capitalismo en crisis que no quiere ver su desmoronamiento y que hace lo único que sabe hacer: desplazar las consecuencias de la crisis a la clase trabajadora después de arrebatarle los beneficios en la época de crecimiento. Díaz Ferrán sabe que sus propuestas son inasumibles, no quiere dialogar, es un cizañero que sólo pretende tomar al asalto las arcas públicas en beneficio de unos pocos a costa del bienestar común. Lo suyo es un monólogo de un club que no es precisamente el de la comedia. Pues va a ser que no. Publicado en Información

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