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abr 2011

Perogrullo y Pinocho: obviedades y mentiras sobre la salud laboral

28 de Abril de 2011. Javier Perez Ferre

Por Javier Pérez Ferre. Secretario Salud Laboral CCOO Alacantí- Marines


Perogrullo es un personaje imaginario al que se le atribuyen sentencias de contenido tan sabido y natural que supone una tontería decirlas. A partir de aquí, habría que afirmar que las valoraciones de las cifras de siniestralidad de 2010 ofrecidas por las administraciones serían certificadas por el mismísimo Perogrullo.

Por supuesto que han bajado las cifras de siniestralidad. Otra cuestión son las causas. En nuestra opinión, son muchas y en poco o en nada coinciden con la "excelente" gestión tanto por parte de patronal como de las administraciones: descenso brutal del empleo, sobre todo en construcción e industria; aumento del subregistro de accidentes de trabajo por el espectacular incremento de la economía sumergida; derivación sistemática a la Seguridad Social por parte de las mutuas de lesiones musculoesqueléticas producidas en el trabajo; connivencia entre empresas y mutuas tanto para evitar entrar en los planes de actuación preferente como para beneficiarse de las bonificaciones del Estado que incentivan la buena tendencia; el miedo a perder el empleo que favorece acudir a trabajar con lesiones (han aumentado de forma considerable los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales sin baja) .Y así podríamos seguir llenado folios.

Pero con ser todo esto muy importante, más grave es aún la situación de las muertes derivadas de las enfermedades profesionales (EEPP) en España. Es una obviedad que existen, pero en los últimos once años en todo el Estado no se ha registrado oficialmente ni  una sola muerte por esta causa, cuando está demostrado que las enfermedades profesionales causan diez veces más fallecimientos que los propios accidentes de trabajo. Sin ir más lejos, Sanidad reconoce oficiosamente, ya que no se registran como tales, 12.000 muertes anuales por cánceres de origen profesional.

Teniendo en cuenta que el desempleo masivo sirve, entre otras cosas, para que los trabajadores acepten empleo precario y que este año se ha producido una disminución de recursos por parte de la Inspección de Trabajo (al final de año quedarán en activo 24 inspectores para toda la provincia) urge reclamar la adopción de una serie de medidas. La patronal no puede utilizar la coyuntura económica para relajar o eliminar las acciones y la gestión preventiva en las empresas. La crisis no puede servir como excusa para empobrecer y deteriorar las condiciones de trabajo. Deben cumplirse los compromisos adquiridos en la Estrategia Española de Salud y Seguridad en lo referente a los delegados territoriales y es fundamental que de una vez por todas se elimine la ocultación de enfermedades profesionales.  Desde que las mutuas se han hecho cargo del reconocimiento de las EEPP han disminuido un 30% de las declaraciones. Las Administraciones deben cumplir de una vez por todas con sus obligaciones en la materia y fomentar los planes de movilidad para reducir los accidentes in itinere.

Las formas de enfermar y morir en el trabajo no han variado prácticamente nada  durante años. Eso sí, últimamente se buscan y rebuscan métodos que hagan posible el tan manido "cada vez vamos mejor". De Pinocho ya hablaremos en otra ocasión, pero esa es otra historia.

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