16

feb 2012

La revuelta de la clase privilegiada

16 de Febrero de 2012. Ofelia Vila Hernandez

Por Ofelia Vila. Comisión Ejecutiva Confederal de CCOO PV


Nos acaba de caer encima una reforma laboral que parece un mal sueño. Es una expresión del peor capitalismo que conducirá a la mayoría de la población a la desesperación. En los inicios de la crisis económica que nos golpea sin piedad, se decía que era sistémica, que el capitalismo no daba para más. Pero nos faltaban los coletazos, que no sabemos si serán los últimos, que han dejado 5,3 millones de parados. Este es el autentico problema, aunque el Gobierno ha querido acentuarlo con una reforma que no va a crear empleo, además de ser un ataque frontal a las organizaciones sindicales y a los derechos de los trabajadores, que tantos años han costado conseguir.

Hemos visto como De Guindos le comentaba al primer ministro finlandés que la reforma iba a ser agresiva. No solo eso, ha sido involucionista, porque para comparar la desprotección que esta reforma establece nos tenemos que ir a los inicios de la revolución industrial. Ni siquiera en el franquismo la clase obrera estaba tan desprotegida como lo está con este Real Decreto que ya ha entrado en vigor. Menos mal que las libertades constitucionales no nos las pueden tocar, aunque con estos recortes de derechos laborales quedan como un aspecto puramente formal.

La gran patronal ha tenido mucho que ver en estos cambios. Hace unos días se llegaba a un acuerdo entre la patronal y los sindicatos para firmar unas mínimas normas de recuperación económica y aumento del desempleo. Pero todo era ficticio, ya que sin la connivencia de la gran patronal europea y española, el Gobierno no se hubiera atrevido a llegar a esta situación límite. Esta patronal tiene la responsabilidad histórica de que una parte muy importante de la ciudadanía no recupere su puesto de trabajo ni pueda acceder a unas condiciones laborales dignas.

Esta reforma facilita el despido y lo abarata, refuerza el poder empresarial, precariza el empleo, y condena a la gente joven a la "infra contratación". Además perjudica en sus posibilidades de contratación a las personas que no tienen empleo y no cobran prestación. En este sentido, como siempre, las mujeres van a tener mayores dificultades.

Las condiciones de vida se asemejan bastante a un sistema esclavista. La clase privilegiada y los gobiernos que no dudan en favorecer exclusivamente a los poderosos, porque es la única manera de mantenerse en el poder. En esta situación hay que hacer una llamada a la rebeldía, al inconformismo, a no resignarnos ante la pérdida de los derechos laborales y del Estado de bienestar al que tanto nos costó llegar y peligra por la locura de las agencias de calificación, de las instituciones financieras y de los mercados que, campan a sus anchas sin control.

Salgamos a la calle a manifestar nuestra disconformidad. El domingo 19, a las 12:00, en Valencia, Castellón y Alicante, salgamos a la calle a parar esta locura y hacer llegar a los gobiernos y asociaciones patronales que llevan, en sus decisiones, un camino distinto a proteger los derechos de la mayor parte de la población.

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