19

oct 2012

Las personas en paro se merecen algo más

19 de Octubre de 2012. CCOO PV

El dirigente sindical analiza el nuevo Plan de Empleo anunciado por el Gobierno Valenciano y denuncia la aniquilación de las políticas dirigidas a los desempleados y desempleadas.


A lo largo de esta crisis, que ya va para cuatro años, han sido bastantes los intentos de mitigar sus calamitosos efectos a través de los llamados planes de empleo. El Plan E del Gobierno Zapatero, el Plan Confianza del Consell de Camps y algunas órdenes y decretos que han ido apareciendo. Pero el problema sigue ahí.

La política económica y de recortes sociales y laborales del Gobierno central y de la Generalitat Valenciana está provocando recesión, paro y pobreza. Pocos planes pueden hacer hoy frente a un proceso de degradación como el que estamos viviendo. Es necesario un cambio de rumbo para poder salir adelante. Ahora, el nuevo Plan de Empleo de la Generalitat pretende crear 15.000 puestos de trabajo en un plazo de tres años, con un coste de 99 millones de euros. En primer lugar, quiero ser respetuoso con la intención del Plan de querer aliviar la situación del 2% de las casi 700.000 personas desempleadas que viven en el País Valenciano. Pero estas y el 98% de las restantes, se merecen algo más.

Se merecen que no les recorten sus prestaciones y que no se reduzcan a la nada las políticas activas de empleo, es decir, la orientación y la formación. Este nuevo Plan, que prevé incentivar con dinero público la contratación de desempleados durante tres años, no ataca las causas que provocan el paro, sino solo las consecuencias, por lo que se convierte en otro proyecto ineficaz como los anteriormente enunciados.
En este nuevo Plan se transfieren recursos públicos a manos privadas, sin contar con la participación de los agentes sociales (sindicatos y patronal) como ocurre en los programas que emanan del Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (PAVACE). En estos casos, y con esta participación activa, se han obtenido resultados, en muchos casos mejores que los del propio Servicio Público de Empleo (SPE). 

Hace casi cuatro años que estamos exigiendo que se priorice todo aquello que pueda hacer frente a la crisis y atienda a las personas, especialmente a las desempleadas. Ahora llega un Plan, muy parecido al hasta hace poco existente Fomento del Empleo, y justo cuando desaparece el programa de empleo público a través del cual los ayuntamientos contrataban a desempleados durante unos pocos meses, con una dotación económica, por cierto, muy superior. Puede ser una casualidad, pero el Plan nace después de la aniquilación de algunos programas de empleo y de las políticas activas de empleo. Sus efectos no van a ser ni mucho menos el de contribuir a la generación de un cambio de ciclo en nuestra economía ni en nuestro modelo productivo, auténticos nudos gordianos de nuestra sociedad. Ni siquiera a reducir la tasa de paro a niveles satisfactorios. Solo servirá para paliar, durante un corto espacio de tiempo, lo que otros planes ya han hecho y cuyos resultados saltan a la vista.

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