7

oct 2013

Alicante y el trabajo decente.

7 de Octubre de 2013. CCOO PV


Alguien puede pensar: "Con la que está cayendo, ningún trabajo es indecente?. Y eso es verdad, lo que es indecente es cómo quieren que trabajemos, cómo, las reformas laborales van eliminando los derechos, quitándonos capacidad de negociación y con ella nos rebajan el salario, nos aumentan la jornada, y además damos gracias por mantener el trabajo. Lo indecente es que tener un trabajo en condiciones que rozan la explotación laboral, nos parezca un alivio.

Lo que es indecente es una reforma laboral impuesta y orientada al abaratamiento del despido y a la arbitrariedad empresarial, un gobierno y una patronal, que nos están llevando a tiempos sin derechos.   Sólo el 7% de la clase trabajadora está afiliada a una organización sindical, y esta baja tasa se debe en parte a la precariedad laboral y al trabajo informal o mejor dicho, sin cotización y sin derechos.

Alicante es, probablemente, la ciudad de España con el empleo más precario. Según datos de la Encuesta de Población Activa correspondientes al primer trimestre de este año, Alicante es la tercera provincia española con una mayor tasa de contratación a tiempo parcial, sólo superada por Málaga y Melilla. Pero, además, es la séptima en porcentaje de contratación fija discontinua, ranking en el que superamos tanto a Málaga como a Melilla. En Alicante el 18?7% de los contratos son parciales y el 4?88% fijos discontinuos. En ambas dimensiones las mujeres presentan peores cifras: en parcialidad las mujeres tienen el 30?78%, mientras que los hombres se quedan en el 10?35%. Y en discontinuidad las mujeres padecen el 9?11% por el 1?97% de los hombres. En Alicante, referencia nacional del empleo sin derechos, la precariedad está profundamente feminizada.

En Alicante, 9 de cada diez contratos que se firman cada mes son temporales, pero lo más grave es que en nuestra provincia, según la estadística más fiable, la de la EPA, 248.100 personas están en situación de desempleo, de las cuales 133.216 no reciben ningún tipo de prestación. Esto supone que el 53?7% de las personas en paro en nuestra provincia están completamente desprotegidas. Esta provincia, además, suele estar en el grupo de cabeza de la economía sumergida. Según algunos cálculos, al menos uno de cada cinco euros que se mueven en Alicante lo hacen en "B?. Además, el uso que en esta provincia se hace del ERE está más orientado al despido que al reflotamiento de la empresa, de hecho, uno de cada tres trabajadores, según datos de julio, afectados por un ERE han visto su contrato finalizado, mientras que, en general, los despidos en los ERE se sitúan en el entorno del 20%.

Por otro lado, sólo dos de cada tres contratos eventuales indican la duración de la relación laboral. De éstos, el 80?8% son contratos con una duración inferior o igual a los 3 meses. Estamos en una provincia en que es demasiado habitual encontrarnos con contratos de uno o dos días (por ejemplo el fin de semana), que, además, son contratos por horas que esconden jornadas laborales interminables. La hostelería o el comercio conocen bien la situación. Los márgenes para que el empresario precarice el empleo son tan amplios en esta provincia que nos encontramos situaciones de verdadera explotación.

Y con esta situación, el Gobierno reduce el presupuesto del Servicio Público de Empleo en 1744.4 millones, siendo especialmente grave el recorte en subsidios por desempleo, ya prevén el alto número de personas que dejaran de cobrar por agotamiento de sus prestaciones sin que encuentren empleo. Así mismo se reducen los fondos destinados al fomento de empleo en sus diferentes programas que se ven afectados en el 14% de forma que en 2014 el SEPE dispondrá de 402,1 millones de euros menos para impulsar la creación de nuevos empleos.

En conclusión, con un 21 % menos de recursos en términos reales que en 2011 se tiene que atender a un 22 % de parados más que en ese año.

Aprovechando que este lunes, 7 de octubre,  es la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, Comisiones Obreras quiere manifestar que el TRABAJO es un Derecho, y si ese derecho no se cumple el estado tiene que garantizar las prestaciones básicas a sus ciudadanos.  Hoy día es más necesario que nunca exigir esos derechos.  

Exigimos trabajo decente a nivel mundial para que marcas como Tommy Hilfiger, Timberland, H&M, Marks&Spencer, Diesel, Gap, C&A, El Corte Inglés, Inditex -propietaria de Zara- y Cortefiel, Bershka o Mango dejen de explotar en la India, Banglades, México, Marruecos o España.

La solución no puede pasar, como viene sucediendo, por recortar prestaciones y reducir las políticas activas de empleo. Pasa por impulsar la participación social, por asegurar recursos como la Renta Mínima de Inserción, por asegurar la liquidez a PYMES y familias, por un sistema fiscal más justo y redistributivo? También pasa por recuperar la organización de la clase obrera en sindicatos de clase como única manera de defendernos.

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