5

feb 2014

Vergonya, alcalde, vergonya!

5 de Febrero de 2014. CCOO PV


Querido lector, aunque parezca imposible por ser política, económica y socialmente contraproducente, el alcalde de mi pueblo, el de La Vall d?Uixó, el del PP, anuncia que va a proponer la disolución del Consorcio Gestor del Pacto Territorial por el Empleo de la Plana Baixa. Dice, posiblemente con razón, que la Generalitat valenciana que no paga o, cuando paga, lo hace mal y tarde, les metió en el lío de una escuela taller y les ha creado dificultades al asumir pagos que no eran de su competencia.

Por cierto, a pesar de este contratiempo, repito que la disolución es algo perjudicial porque el Consorcio, y más allá de las ayudas de la Generalitat, es importante y necesario por sí solo. Surge acogiéndose a normativa local y está formado por ayuntamientos de la zona, los sindicatos mayoritarios de los trabajadores (UGT y CCOO) y las dos asociaciones empresariales más significativas (CEOE y Cepyme). Además, haciendo de la crisis una de las prioridades de la acción política municipal, aúna esfuerzos y recursos para ayudar al empleo, a la inserción social y el desarrollo empresarial.

El Consorcio es la herramienta que soñaría tener toda institución con vocación de buscar soluciones al problema más trascendente del momento. Encima tiene la virtud de reunir en un solo órgano a todos los sectores implicados en el proceso productivo (alguno, como los ayuntamientos, con capacidad presupuestaria). Incluso, si aún existe quién tenga dudas sobre la importancia y necesidad del Consorcio, cabe advertir que posee un interesante plan de acción repleto de programas y, por si faltase algo, está cerca de la UJI, es decir, de profesores, departamentos, masters... etc., interesados en el desarrollo local y en ser útiles a estas tierras y sus gentes.

Querido lector, podría denunciar que existen consorcios o instituciones de este tipo que funcionan. O, también, la contradicción que supone ver como al margen del Consorcio, ciertos ayuntamientos miembros del Consorcio se coordinan para realizar variadas actividades económicas. No obstante, en esta ocasión y tema, no quiero ni debo señalar las flaquezas de nadie: solo apelo a la reflexión y, si fuera necesario, hasta me parece oportuno adecuar el Consorcio a las posibilidades que marca la realidad. Pero, si a pesar de todo, el Consorcio se disuelve, solo se entenderá desde la falta del compromiso, pasión y vocación por el pueblo, la política y lo público. Se podrá gritar aquello que Jaume I les dijo a quienes por falta de compromiso huían de la batalla: Vergonya, cavallers, vergonya! Lo que pasa es que, en este caso, sería: Vergonya. alcalde, vergonya!

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