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oct 2016

Combatir la pobreza es posible

26 de Octubre de 2016. Manel Nieto i Morcillo

El pasado lunes, 17 de octubre, Día Internacional por la Erradicación de la Pobreza, desde la Plataforma Pobreza Cero, integrada por organizaciones sociales, entidades y sindicatos, presentábamos públicamente las propuestas de lo que entendemos como prioridades para combatir la pobreza y construir una sociedad más justa y equitativa. Desde CCOO venimos señalando el desempleo y la precariedad laboral como los factores que más hacen crecer la pobreza y la desigualdad en España.


Haciéndonos eco de la estadística europea de Eurostat recientemente publicada, lamentamos que desde el comienzo de la crisis en España el número de quienes se encuentran en riesgo de pobreza haya aumentado en más de 2,3 millones de personas, y señala el desempleo, la reforma laboral y las políticas de recortes como unas de las principales causantes de este hecho.

En concreto, España ha registrado un aumento de la población en riesgo de pobreza de casi 5 puntos porcentuales, entre 2008 y 2015, pasando del 23,8% al 28,6%. El número de personas que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social supera los 13 millones de personas, cifras que dicen mucho del modelo de sociedad que se está construyendo y nos deberían escandalizar, pues no es defendible desde un punto de vista humano, ni tampoco, desde el punto de vista del mantenimiento de un sistema que debe velar por la calidad de vida de la ciudadanía haciéndolo sostenible en el tiempo.

Dentro de los factores que más han contribuido al deterioro de la situación en nuestro país, la estadística europea destaca la “baja intensidad laboral” (desempleo, contratos temporales y discontinuos, tiempos parciales, bajos salarios, etc.). Mientras que en 2008 el número de personas que vivían en hogares afectados por esta situación de precariedad laboral era el 6,6% de la población, en 2015 la cifra se ha más que duplicado alcanzando al 15,4%.

Desde CCOO volvemos a insistir en la necesidad de que nuestro país cuente con un programa de garantía de rentas para todas las personas que les permita un nivel de vida digno y suficiente. Para ello, es necesario elevar el Salario Mínimo Interprofesional hasta equipararlo con el 60% del salario medio, en los términos en los que lo recoge la Carta Social Europea, y la puesta en marcha de un sistema de Renta Mínima Garantizada en todo el Estado para las personas en paro que no tienen, o han agotado, las prestaciones por desempleo. Y que nadie malinterprete ni haga un uso torticero de lo que son nuestras justas reivindicaciones, no queremos ser un país subsidiado, NO! Queremos que de una vez por todas, se vea que han fracasado las políticas aplicadas, y que se pongan los mecanismos para revertir esta situación. Es posible!

El crecimiento de la actividad económica debe permitir recuperar los salarios y las condiciones de trabajo, hacer frente a la fuerte devaluación interna que han padecido las trabajadoras y trabajadores públicos y del sector privado en estos años de recesión perversa y pervertida. Con una inflación por debajo de la media de la UE es posible, y necesario, incrementar las retribuciones salariales. Se debe aumentar, también, el poder adquisitivo de las pensiones, concentrar los incentivos a la contratación en los colectivos de mayor dificultad y menores ingresos y establecer un plan de choque para las personas paradas de larga duración. Son medidas imprescindibles para combatir la pobreza y la desigualdad. Creemos del todo urgente la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012 y recomponer el equilibrio en la negociación colectiva, reforzando la capacidad negociadora de las organizaciones sindicales. Pero también el compromiso de los gobiernos con el impulso del Diálogo Social (algo llevamos avanzado en este sentido en el País Valencià) y convocar la Comisión del Pacto de Toledo para reconstruir los consensos sobre la Seguridad Social y garantizar su equilibrio y viabilidad.

También desde la acción propositiva, venimos planteando, propuestas sobre fiscalidad para conseguir la suficiencia de ingresos que permitan disponer de los recursos i poder llevar a cabo el cambio de orientación de las políticas que reclamamos. Si bien el actual modelo de financiación para las valencianas y valencianos es injusto y evidencia un déficit fiscal real, eso no puede ser excusa para no abordar el problema real de la fiscalidad, agravado por las rebajas fiscales para las rentas altas en los últimos años por los gobiernos del PP. Con una presión fiscal justa y equitativa aumentaríamos la disponibilidad de recursos públicos, que debería verse fortalecida en la elaboración de los presupuestos estatales y autonómicos atendiendo las prioridades sociales para combatir la pobreza y la desigualdad.

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