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oct 2018

Instituciones penitenciarias, gran olvidada

29 de Octubre de 2018. Salvador Granero

En estos últimos días los trabajadores de los centros penitenciarios de este país somos noticia en todos los medios, y no por ser los hombres y mujeres que atendemos los distintos aspectos de la vida diaria de la población reclusa: vigilancia y seguridad, sanidad, tratamiento, cultura, deporte, mantenimiento de las instalaciones, cumpliendo lo encomendado por la Constitución y la ley.


El buen funcionamiento de este servicio público, repercute positivamente en la vida de los habitantes de este país: la reinserción de hombres y mujeres que por diferentes motivos transgreden las normas, que nuestra sociedad ha establecido como fundamentos de una convivencia pacífica y ordenada.

Es escaso el conocimiento que se tiene de este sector, y casi siempre las noticias que llegan están impregnadas del morbo que producen la comisión de terribles delitos, y la imagen de películas o series con muchas distorsiones.

Esta actividad laboral, precisa de medios adecuados para poder cumplir con el mandato de «custodia y reinserción», trabajando en condiciones dignas. Y no es así, nuestras condiciones de trabajo se han ido deteriorando en los últimos años de tal forma que ya no podemos continuar sin dar el grito de alarma a la administración, que no lo ha querido oír y a la sociedad.

Faltan 3.500 plazas entre juristas y profesionales de la medicina, de la psicología, de la enfermería o del trabajo social; faltan también auxiliares de enfermería, especialistas de oficios, personal funcionario de interior o de oficinas, etc. Hay servicios, como los sanitarios, en los que la falta de personal es exagerada, centros con un solo médico para atender a 600 reclusos.

Por tanto, desde CCOO denunciamos, además de la falta de personal, la gran cantidad de agresiones que sufren los empleados penitenciarios en el desarrollo de sus funciones, debido al perfil psiquiátrico de muchos de los internos y de la falta de personal especializado para atenderlos. El difícil trabajo que se realiza necesita de salarios dignos y de una clasificación adecuada de los centros, para que a igual trabajo se cobre igual salario. Es imprescindible incentivar la promoción a través de un desarrollo adecuado de la carrera profesional.

Desde CCOO creemos que hay que acabar con la vergonzante privatización de algunas áreas, como la seguridad exterior, mantenimiento integral, tratamiento, etc. Frente a esto, los sindicatos mayoritarios en el sector, llevamos años movilizándonos e intentado negociar con el Gobierno para ir mejorando la situación laboral, sin mucho resultado.

Durante los seis años de gobierno del PP, la institución ha sido totalmente abandonada. La llegada del PSOE abre la esperanza, se inician los contactos y promesas. El nuevo director general de Prisiones planteó unas condiciones que podían empezar a revertir la delicada situación, pero a los tres días se desdice, y retira lo que podía ser un punto de partida para apoyar al personal penitenciario.

Los sindicatos entendemos que todo esto es una gran falta de respeto y una gran irresponsabilidad por parte de la Administración y ante la postura intransigente de la institución convocamos huelga general en el sector, durante los días: 24 y 26 de octubre, 6, 8, 13 y 15 de noviembre del 2018 (ACAIP, CCOO, UGT CSIF Y CIGA). Una huelga secundada hasta el día de hoy por el 85% de la plantilla.

Seguimos en la lucha, esperamos atisbos de buena voluntad por parte de los dirigentes de nuestra Institución para poder solventar el conflicto en Instituciones Penitenciarias. No se olviden de este personal, que en última instancia trabaja para el bien común.

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