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oct 2022

Combatir la evasión fiscal en la marina mercante

8 de Octubre de 2022. Franjo Martínez Guillén, responsable del sector del Mar de la FSC CCOO PV

La marina mercante no puede estar al margen de la crisis que están soportando los más débiles de la sociedad. Armadores y navieras llevan desde finales del siglo pasado eludiendo las responsabilidades fiscales gracias a las banderas de conveniencia. Tienen que contribuir y ser solidarios de los grandes beneficios que están obteniendo.


Bajo estos pabellones de conveniencia se está permitiendo que muchas navieras, incluidas las españolas, no tributen en nuestro país, que obtengan grandes beneficios, subvenciones, tributen en paraísos fiscales, ahorrándose costes económicos y laborales, mejorando así notablemente sus cuentas de resultados al emplear mano de obra barata. Existe un gran número de países que sin tener relación con el comercio marítimo, se prestan para que muchos buques se matriculen en sus puertos y, al amparo de una débil legislación internacional, puedan hacer del sector que transporta el 80% de los bienes del mundo un suculento negocio.

La UE debería ser quién promoviera este cambio económico y social, impidiendo que los armadores enarbolen en sus buques los pabellones de otros Estados de los que no son nacionales y no tienen ningún tipo de vínculo.

La regulación laboral de las personas trabajadoras del mar, a pesar de los esfuerzos que los representantes de los trabajadores hacen en el seno de la Organización Internacional del Trabajo a través del Convenio sobre trabajo marítimo, es cada vez es más precaria, con incrementos de jornadas de trabajo que se escapan del control e inspección de los Estados de bandera y puerto. Salarios cada vez más precarios, campañas que superan el año embarcados, vacaciones que no superan los 30 días al año y jornadas de lunes a lunes son la tónica a bordo de estos buques.

CCOO, como miembro de la International ITF y ETF, participa junto a los sindicatos de otros Estados en el seno de estas organizaciones para denunciar estos abusos y asesorar a miles de marinos en todo el mundo. Pero necesitamos el compromiso de las instituciones españolas y de los demás Estados de la Unión para que los beneficios de todas estas navieras se redistribuyan sobre la ciudadanía de la UE.

El trabajo en la mar puede ser el futuro de miles de personas que buscan un empleo digno y de calidad si nuestros gobernantes dejasen de dar la espalda al mar, regulando el empleo de estas banderas en aguas de la Unión Europea e impidiendo la competencia desleal entre Estados de bandera. La legislación europea no cubre en muchas de sus materias esenciales a la gente de mar, convirtiéndoles de este modo en “ciudadanía de segunda”. CCOO seguirá luchando para reivindicar y recuperar los derechos de la gente del mar.

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