29

feb 2016

El pacto del Botànic y las concesiones sanitarias

29 de Febrero de 2016. Luis Arturo Leon Lopez

Artículo de Arturo León, secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO PV. Publicado en el Mundo Comunidad Valenciana.


Las elecciones autonómicas del pasado año configuraron un escenario político y un nuevo gobierno valenciano integrado por el PSPV-PSOE y Compromis, con el respaldo de Podemos. El pacto del Botánico suscrito por las tres formaciones sustentaría la acción del nuevo gobierno, caracterizada por un refuerzo de las políticas sociales.
 
Entre las medidas del eje 3, gobernar para las personas, se recoge textualmente el compromiso de "Recuperación del sistema sanitario público. Auditoría de las concesiones administrativas sanitarias y estudio de las vías adecuadas que permitirían la reversión completa".
 
Este compromiso está poniendo de manifiesto las diferencias existentes en el seno del gobierno valenciano y del partido que lo apoya. La Conselleria de Sanidad, del partido socialista, aboga por una reversión tranquila y por auditar a las concesionarias. Compromís y Podemos apuestan por revertir las concesiones, por incumplimientos de los pliegos y contratos.
 
Asistimos atónitos a un espectáculo en el que unos abonan un frente por la reversión de las concesiones administrativas y otros se afanan en poner de manifiesto la labor de auditoria y control de nuevo cuño a las empresas privadas.
 
La presión existente estimula la sobreactuación de la Conselleria de Sanidad que se ve obligada a salir a medios de comunicación asiduamente anunciando nuevas medidas en el camino de la reversión y el control de las adjudicatarias, sin que las iniciativas se acaben de percibir como un cambio nítido de rumbo, ni se hayan activado los mecanismos para revertir la concesión de Alzira.
 
Por su parte las concesionarias, Ribera Salud, Sanitas y DKW, han reaccionado publicitando resultados asistenciales y la existencia de una supuesta deuda de la Generalitat de entre 60 y 100 millones de euros, porque la cápita que financia la asistencia sanitaria está vinculada a los presupuestos de la Generalitat, que deberían haber sido mayores de haberle sumado las facturas no pagadas a los proveedores y que el anterior Consell ocultó.
 
Entre medias están las trabajadoras, los trabajadores y sus representantes en los comités de empresa que, tras haber perdido la confianza en los interlocutores patronales, denuncian la sobrecarga de trabajo por falta de plantilla y de sustituciones, diferencia de derechos laborales entre departamentos, incumplimientos de los convenios colectivos y un estilo de dirección que no se caracteriza precisamente por la comprensión y el diálogo. De esta manera el personal y sus representantes dicen basta a un sistema que se lucra con la prestación sanitaria y que genera condiciones y un ambiente laboral francamente mejorables. Ante la manifestación del descontento Ribera Salud está empleándose a fondo para intentar sofocar el incendio que su estilo de dirección ha generado y lo está haciendo intentando intimidar a los representantes del comité de empresa del Vinalopó Salud, origen de la protesta.
 
En definitiva en un escenario tan complejo como el actual sería muy deseable un alejamiento radical de la demagogia, de la falta de rigor, de las declaraciones grandilocuentes y también de las represalias. Desde CCOO pedimos al Gobierno Valenciano y a los partidos del Botánico que unifiquen criterios y que actúen de manera homogénea y coordinada, sin zancadillas. A las concesionarias les exigimos una disposición diferente en la negociación colectiva, un estilo de dirección distinto, el cumplimiento de los compromisos que asumen y la voluntad de rebajar las cargas de trabajo que los profesionales padecen.

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